Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La crónica

Ante el colista valen 5 minutos de inspiración

El Mallorca resuelve ante el Albacete el primer partido del año con un inicio arrollador tras el descanso

Ante el colista valen 5 minutos de inspiración Marco Asensio dispara a la portería defendida por Dorronsoro.

El Mallorca estrenó el nuevo año de la mejor manera, que tal como están las cosas es ganando. El fútbol se deja para mejor ocasión, visto los mimbres del equipo. Poco más se le ha de pedir a estos jugadores, a los que no se les puede reprochar actitud a falta de calidad. Karpin salvó su cabeza una semana más, consciente de que hubiera sido destituido si ante el colista no se sumaban los tres puntos.

El Mallorca ganó, pero las señales que transmite el equipo siguen siendo preocupantes. Se sufrió más de la cuenta ante el Albacete, colista por méritos propios por lo que ofreció ayer. Tras una primera parte en la que incluso se pudo adelantar -Cendrós evitó el 0-1 en el minuto 35 al adelantarse a Portu-, se perdió en los primeros cinco minutos de la segunda, desastroso, donde el Mallorca fraguó su victoria. El primer gol llegó a los veinte segundos en una jugada iniciada por los dos mejores jugadores rojillos, Marco y Pereira, y culminada por un inesperado a la fiesta, Bustos, que empalmó el rechace de un defensa. La fiesta continuó porque cuatro minutos después Arana transformó un penalti por una zancadilla de Mario Ortiz a Bigas. El partido se había acabado. Primero porque el Mallorca jugó con otro ritmo, con otra actitud muy diferente a la de la primera parte, y segundo porque el Albacete parecía haber desperdiciado todos sus cartuchos. No da para más este equipo, que parece carne de Segunda B.

El duelo dejó algunos aspectos interesantes. El que más, el renacimiento de Pereira. En su mejor partido como rojillo en mucho tiempo, el francés se enchufó a la cita ante los manchegos desde el pitido inicial. Por primera vez desde la banda derecha, quiso ser protagonista y lo consiguió. Estuvo veloz, preciso en los centros y hábil en el regate. Le faltó la guinda del gol, que buscó y mereció, pero unas veces su falta de puntería y otras la actuación de Dorronsoro impidieron que se estrenara como goleador esta temporada.

La otra buena noticia fue el resurgir de Marco tras varios partidos en los que estuvo por debajo de su nivel. Ayer, sin alcanzar la cima de su fútbol, fue una vez más el mejor de su equipo. Si este funciona es siempre al son del fenomenal futbolista mallorquín, que juega y hace jugar a sus compañeros. Pensar lo que será este equipo la temporada que viene sin su estrella pone los pelos de punta. Pero para esto falta mucho. Lo mejor ahora es disfrutar del medio año que le queda vestido de rojo antes de que aterrice en Madrid.

Con el 2-0, el equipo se aferró al contragolpe. Pudo golear porque ocasiones tuvo de sobra ante un rival que, lógicamente, se vio obligado a abrirse. Y acabó el Mallorca con la portería a cero porque Cabrero lo evitó a cuatros minutos para el final a disparo de Keko, el único jugador que se salvó de la quema en el Albacete.

A pesar de la victoria, que se daba por descontada ante el colista, ayer quedó demostrado una vez más que el equipo necesita refuerzos prácticamente en todas las líneas, sobre todo en el centro del campo y en punta. Descartado Scepovic, lo que ya ha dejado de ser noticia, y con Abdón y Cedric en el banquillo, fue el turno de Fofo, que no aprovechó la oporunidad que le dio el tecnico. En la primera parte no la tocó y en la segunda estrelló un balón en el larguero y se lió antes del tanto de Arana tras un gran pase de Marco que le sirvió en bandeja el gol. Fue aplaudido por una afición que, con la victoria en el bolsillo, le perdonó una bronca que no hubiera sido inmerecida. Karpin tendrá que seguir probando.

La primera victoria del año se la perdió Claassen, cuyo estreno como presidente le cogió en Abu Dabi. La niebla, eso alegó, le impidió llegar a tiempo a Palma. Pésimo inicio porque la primera cita, en todo, no es una más. Siempre es especial. Parece que no para el alemán, que ya tiene otra excusa que añadir a su colección.

Compartir el artículo

stats