­A buen seguro que Llorenç Serra Ferrer desea que Iriney muestra el descaro y la seguridad sobre el césped que ayer mostró ante los micrófonos durante su presentación como jugador del Mallorca. "Al equipo le puedo aportar mi carácter", resaltó el centrocampista, que llega cedido hasta final de temporada por el Granada.

El brasileño, que ha rebajado sustancialmente su salario para recalar en Son Moix, aseguró que se sentía atraído por el reto que le presenta al Mallorca tras la insistencia del director deportivo. "Jugar en Segunda División para mí nunca ha sido un problema, en mi vida nunca he tenido nada fácil y me gusta los proyectos difíciles. El hecho de venir al Mallorca se debe al interés del señor Serra Ferrer, que no es de ahora", dijo en primera instancia. Y argumentó su respuesta: "En mi decisión final ha pesado mucho que me gusta el proyecto y me gusta el club, la decisión ha sido meditada con la familia. Ahora me tengo que poner manos a la obra y he venido para aportar mi experiencia, mi conocimiento y mi carácter para conseguir lo que todos queremos, que es volver a la categoría que el club se merece".

Iriney, que arrancó la sonrisa a los periodistas y al propio Serra Ferrer con algunas de sus expresiones, dijo que se siente preparado para jugar de inmediato. "No me quito la camiseta porque estamos en invierno", bromeó antes de responder en serio sobre su estado físico después de jugar en el Watford británico. "Estoy bien para ayudar al equipo, estoy hecho un chaval, y no veo la hora de ponerme la camiseta de entrenamiento y estar con mis compañeros para, en seguida, dar el siguiente paso que es aportar en el campo y en la competición", dijo. "Necesito estar ya con mis compañeros, necesito notar el calor del vestuario", explicó ilusionado.