­El Real Mallorca reanuda hoy el Consejo de Administración interrumpido el pasado jueves después de más de seis horas con el nombramiento de dos nuevos apoderados como principal punto del orden del día. Tras el golpe de mano protagonizado por Llorenç Serra Ferrer, que antes del comienzo de la reunión presentó su dimisión, disfrutando de nuevo de libertad de voto, el Consejo se ve obligado a nombrar dos figuras iguales para que rija los destinos del club. Todo parece indicar que Biel Cerdà, presidente del Consejo de Administración, quedará en minoría a la hora de los nombramientos, aunque en un Consejo donde las traiciones están a la orden del día, todo puede pasar.

Tras el evidente pacto entre Serra Ferrer y Utz Claassen, nunca reconocido por ninguna de las partes, lo más probable es que surja un apoderado de cada bando. El vicepresidente no lo será pero colocará casi con toda seguridad a una persona de su confianza. Lo mismo puede suceder con el consejero alemán. En cualquier caso, los nuevos apoderados no tienen porqué ser consejeros.

Cerdà, que ha visto cómo su poder en el club ha quedado muy mermado tras la dimisión de Serra Ferrer como apoderado, seguirá de presidente casi con toda seguridad, entre otras cosas porque este punto no está incluido en el orden del día. En cualquier caso, Serra Ferrer, por el pacto de sindicación que firmó en su día con su otrora amigo Cerdà, no puede votar en contra de la destitución del presidente.

Durante todo el fin de semana, las diferentes partes se han movilizado para preparar un Consejo que se presenta de nuevo trascendental para el futuro de la entidad. Cerdà viajó el viernes a Barcelona en compañía del ya ex director general José Maria Durán para verse con su abogado y preparar la estrategia de cara al Consejo de esta tarde. En el mismo se abordará el nombramiento de un nuevo director general y un nuevo secretario tras la salida de Julián Carnicero, hombre afín a Serra.

Por otro lado, y al contrario de lo que informó erróneamente este periódico el pasado viernes, Serra Ferrer no planteó al consejero Pedro Terrasa un trueque entre Damon Mark, del departamento de Marketing y uno de sus hombres de confianza, destituido el pasado jueves, por la que fuera secretaria de presidencia del club durante dos décadas, Cati Guasp. En la reunión salió el nombre de esta, pero en ningún caso Serra ofreció el regreso de Guasp por la permanencia en el club de Mark.

Supporters

Mientras, la Penya Supporters expresó ayer su malestar con las formas mostradas por el presidente Biel Cerdà e hizo su aparición en las gradas a los diecisiete minutos de comenzado el partido en señal de protesta. Tras gritos de ánimo al equipo, que perdía 0-1, se pudieron escuchar cánticos contra Cerdà como "Cerdà, vesten ja" y otros más subidos de tono. Todo ello escuchado desde el palco por Serra Ferrer, que regresó tras varias semanas ausente en ausencia de Cerdà, y de Claassen desde su localidad en la grada.