Jaume Cladera está totalmente desligado del Mallorca, pero no del fútbol. El que fuera presidente de la entidad mallorquinista hasta el 24 de diciembre del pasado año, es miembro de la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por obra y gracia del presidente Angel María Villar. Pero lo es a título personal, en ningún caso su presencia está ligada al Mallorca.

"La Federación nombra un cargo, nunca una persona. Cuando dejé la presidencia del Mallorca se lo comunico a Villar. Le ofrecí mi dimisión de la Federación y me dijo que esperara a ver cómo quedaba el club", comenta Cladera a este diario.

El expresidente, que no acude al Iberostar Estadio pese a ser socio, aunque sí ve los partidos del Mallorca por televisión, presenció el pasado día 11 desde el palco el partido de clasificación para el Mundial entre España y Bielorrusia, invitado por la Federación. Cladera es convocado mensualmente a las reuniones de la RFEF, "pero no voy a ninguna", afirma, al considerar que su salida del Mallorca implicaba su desvinculación total del mundo del fútbol.

Cladera, que ha sido el primer y único presidente del Mallorca directivo de la Española, recaló en la Federación de Villar al poco de aterrizar en el club de la mano de Serra Ferrer. Tras ganar el club el pleito a la UEFA por la descalificación de competiciones europeas por deudas, el presidente de la Federación prometió a Cladera, a modo de compensación, que propondría Palma como sede durante dos años de la Supercopa de Europa. Todo se fue al traste con su salida del Mallorca.