Acabaron las buenas caras en una zona mixta después de dos victorias consecutivas. Ayer los jugadores volvieron a hacer autocrítica, a asumir una nueva decepción abultada con rostros de decepción.
Uno de los más cariacontecidos era el capitán Jose Carlos de Araujo Nunes. El central reconoció que "no hay explicación posible para tantos errores", después de que el equipo viera cómo le vuelven a endosar cuatro goles por tercera vez en lo que va de temporada. "Las acciones que nos cuestan los goles echan por tierra todo el trabajo que hacemos durante la semana y eso no puede ser, debemos corregir ese tipo de cosas", admitió un Nunes que ayer hizo pareja en el eje de la defensa junto a Agus.
Nunes no se mordió la lengua tras el partido al admitir que el equipo "está cabreado" y que deben "seguir trabajando para revertir la situación".
"Es difícil ganar cuando te meten tres goles en diez minutos", reconoció un Rubén Miño que pese a pararle un penalti al jugador maño Acevedo no estuvo fino ayer en Son Moix.
El portero catalán recordó el fatídico cuarto gol del Zaragoza, que llegó tras un saque de esquina a favor de los mallorquines. "Ese gol ha hecho mucho daño, estábamos cerca de poner el 2 a 3 y hubiéramos tenido la oportunidad de remontar", aclaró el meta en zona mixta.
Y precisamente uno de los protagonistas desafortunados de la acción del cuarto gol del Zaragoza fue Íñigo Pérez, autor del saque de esquina que da origen al tanto visitante. El mediocentro vasco reconoció que el equipo dio "malas sensaciones" y que fue un partido "anormal". Pérez destacó "los diez minutos fatídicos" en los que el equipo encajó tres goles y reconoció que el equipo "tuvo despistes de todo tipo". "Creo que en la primera parte ellos han sido superiores y cuando nos meten el primer gol parece como si el equipo se descolocase y no supiera asumirlo", aclaro el jugador cedido por el Athletic de Bilbao. "Debemos corregir durante la semana todos estos aspectos porque sabe muy mal haber acabado así con la buena dinámica que llevábamos", dijo.
