­Hace tantas semanas que el Mallorca está sobre el alambre y que disputa partidos vitales, que parece hasta reiterativo remarcar la importancia del de esta noche en Zaragoza. Pero la tiene. Y mucho. Incluso más que los anteriores. Por varias razones. La primera es que un triunfo significaría un salto sustancial a todos los niveles. Incluso le podría dejar fuera de los puestos de descenso por primera vez en la segunda vuelta si el Granada no vence al Espanyol en Cornellà-El Prat. La segunda es que el golpe anímico sería descomunal a falta de cinco encuentros para el final del campeonato. Todavía no quedaría nada resuelto, ni mucho menos, pero los siguientes duelos se afrontarían con mayor confianza. Y la tercera es que dejaría casi muerto a un rival directo en la lucha por la salvación, que prolongaría una penosa racha que le lleva a no haber ganado en este 2013.

Precisamente estos quince encuentros consecutivos sin ganar de los de Manolo Jiménez, que está al borde de la destitución si los malos resultados continúan, es un arma de doble filo que los pupilos de Gregorio Manzano deben saber manejar. Porque la ansiedad de los locales puede ser una gran baza a favor, aunque su situación extrema también puede hacerles salir con el cuchillo entre los dientes. No es una final, pero lo parece. El Mallorca, que sumó cuatro puntos de seis posibles en las dos últimas jornadas frente al Celta y Rayo, no puede permitirse el lujo de fallar en un La Romareda que se va a llenar. Manzano pierde a Bigas por lesión para este trascendental encuentro, pero la experiencia de Nunes puede ser un aval como sustituto. El técnico de los bermellones no quiso desvelar si mantendrá a Calatayud en la portería o si apostará por Aouate, ausente frente a los vallecanos. En la zaga, más allá de la presumible vuelta de Nunes, que estará acompañado por Geromel, Hutton ocupará el lateral derecho y la novedad llegaría en el izquierdo. Antonio López, que en los últimos seis meses solo ha podido disputar 31 minutos por culpa de la rotura de menisco que se produjo el 4 de octubre, tiene muchas posibilidades de ser el elegido. Manzano valora su experiencia y eso puede obligar a Kevin a ocupar un puesto en el banquillo. En el centro del campo mantendrá el trivote, con Martí, Pina y Tissone, para dejar la punta de ataque a Gio, Alfaro y Víctor. Precisamente el regreso del algaidí sería otra de las novedades, que el preparador se negó a revelar, ya que estuvo ausente en las dos últimas jornadaspor un fuerte golpe en la rodilla. Eso dejaría a Hemed fuera de los elegidos. Los que seguro que no jugarán son Luna, Miño y Ximo, por decisión técnica y Nsue y Bigas, por enfermedad y lesión, respectivamente.

Por su parte, el técnico del Zaragoza, Manolo Jiménez, volverá a apostar por el doble pivote con Movilla y Apoño, y tres hombres para acompañar en ataque al portugués Helder Postiga, el gran peligro de los aragoneses. Juegue quien juegue, es el partido del miedo para ambos conjuntos. Pero el Mallorca tiene que dar la talla. Ahora o nunca. El infierno debe quedar lejos.