La familia Company de la explotación de Tagamanent de Montuïri conquistó los premios más importantes del XXX Concurs Morfològic del Porc Negre Mallorquí de este Dijous Bo. Biel Company, Miquel Company y Maria Company suman tres generaciones que desfilaron por el escenario de la plaza del Bestiar para recoger los premios en esta edición tan especial del concurso. «Creo que hemos participado cada año y más o menos siempre hemos conquistado un premio», asegura Biel Company. ¿El secreto de tal éxito? «Muchos años de trabajo y dedicación», responde sin dudarlo. «El secreto siempre ha sido seleccionar, seleccionar y seleccionar y de la cantidad siempre sale la calidad. Más que nada es tener ojo para ello», interviene su hijo Miquel Company, presidente de la Associació de Ramaders de Porc Negre Mallorquí, que desgrana que «prácticamente somos los mismos que aguantamos». «Aquí estamos cinco o seis, este años han participado dos nuevos, otros se despuntan», señala.
Dijous Bo 2023: Una feria cálida y concurrida
Preguntado por la subida del 20% que el sector del porcino prevé en el precio de la porcelleta mallorquina de cara a Navidad, Biel Company es claro: «El precio de la porcella siempre sube. Es lógico porque los gastos han incrementado pero si miramos la rentabilidad de una porcella de hace diez años a ahora era mayor». Se explica con un «es la historia de siempre». «De cada vez hay menos animales», manifiesta y desgrana que la gente joven que se incorpora en el sector es porque tienen el bagaje de una explotación familiar y porque les gusta porque «hace mal vivir». «Mi hijo sigue con la generación».
Rentabilidad
Eso sí, tiene claro que el sector continuará. Confiesa que el sello de la raza autóctona 100% es una «ayuda» pero que se traduce en «más burocracia».« Son más trabas burocráticas para vender al mismo precio. Y eso que tenemos la suerte de que el porc negre está todo vendido. No hay excedentes en nuestra producción, lo que es una suerte pero está claro que si fuera más rentable, habría más gente en el sector. Para que vayan bien las cosas, tiene que ser rentable». De hecho, razona que si el precio subiera 15 euros más, no tendrían problemas en encontrar porcelles porque «a la gente que las hace, le debe ser más rentable hacer una lechona que un cordero». «Todo subsiste si hay rentabilidad. «El problema de nuestro sector es que en muchas cosas no hay rentabilidad, aguantas pero la clave está en que haya rentabilidad para que puedas atraer a más gente joven».
Y de la veteranía del padre y del abuelo, el consejo para la joven generación es «tener gusto y paciencia».