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El Much vuelve a salir tras 1.095 días en la cueva

Ambientazo en Sineu - Una de las fiestas más esperadas del calendario de verbenas mallorquín regresó ayer tras tres años de restricciones - Gente de toda Mallorca se sumó a una de las tradiciones más nuevas, que cumple casi 20 años, y que empezó con la romería al Puig de Reig y acabó con las lágrimas de cocodrilo al son de ‘New York, New York’

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Mucada 2022: Ambientazo en Sineu Guillem Bosch

La Mucada 2022 citó a todos los peregrinos en en el parking del IES Sineu a primera hora de la mañana. A las 12.15 llegaron los primeros fiesteros al Puig de Reig, a 217 metros de altura, al son de Músic de Carrer. Un carruaje coronado con la bandera pirata encabezando la romería, cortesía de The Remolc Snack Much Bar con refrigerios para todos los expedicionaris. 

Poco a poco los sineuers se congregaron para empezar el ritual de invocación del legendario Much de Reig. Media hora después, se sumaron camiones y remolques ornamentados al más puro estilo rococó mucal al campamento base. Hay quienes llegaron mojados y quienes se refrescaron al llegar, pero ni el calor impidió a los mallorquines disfrutar del retorno de la fiesta tras dos años de pandemia con cantos al grito de «Much és bou». Todos vestidos de rosa, con la nueva camiseta mucaire de la cual se destinarán los fondos a organizaciones benéficas y a cubrir los gastos de la propia celebración, preparados para dar comienzo a los juegos. 

Neus Ribot, Muca de este año, confesó: «Ayer ya me empecé a poner un poco nerviosa porque no me creo que volvamos, tras dos años de pandemia. La gente tiene muchas ganas, mucha ilusión, y es una fiesta que queremos mucho». Además, admitió que haber sido escogida para representar este icono de la fiesta era «una cuestión de pertenencia al pueblo» y un «honor». Un cargo que afrontó con ganas y «la piel de gallina».

Sineu se vistió ayer de rosa para recibir con «seguridad» y «buen estar» la primera Mucada tras tres años de pandemia, congregando a más de 10.000 personas en el centro de la Plaça des Fossar

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Primero, el simulacro de la batalla de moros y cristianos: la icónica estirada de cuerda con la boca llena de aceite. Del equipo ganador se escogió tres personas que batallaron por hacer sonar el cuerno mágico con el que la célebre bestia bovina entró en escena. 

El Much, este año a cargo de Llorenç Picornell, al lado de Ribot, fue recibido entre vitoreos, acrobacias y un pregón en la plaza de la Casa Consistorial. La plaza del Ayuntamiento no tardó en llenarse y cientos de personas se reunieron para recibir al Much cantando a Rosalía y a Freddie Mercury. 

Un pregón crítico, a manos de Joan Oliver, que pidió «civismo» y «solidaridad». Dos palabras que fueron bandera de esta neofiesta mallorquina. Así como también lo fue «pandemia», y es que tras 1095 días dentro de la cueva, el icono rebelde de Sineu llegó triunfante e inundó la plaza de risas y emoción. 20 años después de que le invocaran por primera vez, recordó como el mundo ha cambiado, con «guerras», «sin cubitos» y con «40 grados a la sombra».

La fiesta continuó con el encèrvol de Sant Mukín. En el dispositivo de la mañana, Sineu contó con un despliegue de 11 policías con una notable dotación de efectivos de protección civil. Para el pregón, el acto más multitudinario de la mañana, se realizaron controles de limitación de aforo para evitar masificaciones. Un dispositivo policial que se amplió por la tarde, debido a la previsión 15.000 personas en la Plaça des Fossar. 35 agentes locales y más de 25 civiles, a los que se les sumaron seguridad privada y personal sanitario que trabajó sin descanso para velar por la seguridad de los asistentes hasta el encendido de bengalas, las «lágrimas de cocodrilo» y el New York, New York a las 21.00.

Así ha sido la Mucada de Sineu 2022

Así ha sido la Mucada de Sineu 2022 G. Bosch

Un fin de fiesta que dio comienzo con la procesión del Much de Reig y la Muca en esta misma plaza, en la cual se reunieron personas de todos los rincones de la isla. A los dos iconos los siguieron un «séquito de honor» de aves rapaces, mobylettes, animadoras y agrupaciones. Todo para acabar con una velada amenizada por Peptrònik y los éxitos más actuales y los más nostálgicos, para todos los públicos.

Marc Ferrer, de seis años, que hacía sonar un flautín, no quiso perderse su primera Mucada tras la pandemia: «Hace mucho calor pero es muy divertido. Todo el mundo está contento de poder volver a salir. Lo que más echaba de menos de la Mucada era la música. Me gustan mucho las bandas que pasan por las calles».

No hubo casa sin paramuchis, balcón sin manguera y persona sin vaso reutilizable. A las 21.30 se dio la orden de parar todo tipo de actividad acústica para «no convertir el pueblo en una discoteca». Un recorte en el horario respecto otros años que pretendió controlar el «botellón» y, en palabras del alcalde de Sineu, Tomeu Mulet, evitar «desastres que no aportan nada a la fiesta».

Una Mucada que ya se ha convertido en una de las citas obligadas de la temporada estival en Mallorca y que se reveló como una de las fiestas más esperadas de la isla. Entre los asistentes se escucharon las palabras «auténtica» e «inclusiva» y, sin duda, nadie se fue de Sineu sin entonar «El Much».

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