El toque de claxon y el rugido de los motores han rendido honores a Sant Cristòfol, el patrón de los automovilistas. Son muchos los municipios que se vuelcan en celebrar las tradicionales beneïdes de todo tipo de vehículos pero en Biniali esta tradición es de lo más especial. La Plaça Sant Cristòfol ha congregado este domingo a los vecinos que no se han querido perder una de las celebraciones más queridas del pueblo y con más renombre. Y es que casi un centenar de camiones se han dado cita en Biniali para participar en las beneïdes. Se han sumado camiones procedentes de toda la isla, además de motos, coches, autocaravanas y algún que otro tractor. Así, no han faltado los bocinazos, los rugidos de motores ni el baile de las luces de los camiones para recibir la bendición del santo protector.

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Motores y bocinazos en honor a Sant Cristòfol

S’Arenal de Llucmajor también tiene a Sant Cristòfol como patrón, por ello, esta jornada dominical ha arrancado con la misa en honor al patrón que ha contado con el Ball de l’Oferta a cargo de los grupos de ball de bot del Col·legi Sant Vicenç de Paül y Castanyetes en festes que han estado acompañados por los Xeremiers de s’Arenal. Tras la eucaristía, ha llegado el momento de la bendición de los vehículos que han contado con la participación del Club Es Pistó, la Associació Radiotaxi Llucmajor y el Vespa Club Mallorca. Los Geganters de Llucmajor tampoco se han querido perder la jornada festiva.

Sant Joan es otro de los municipios con arraigada tradición automovilística. Así, la Penya Motorista fundada en 1956 ha organizado las beneïdes que han contado con la participación de motocicletas antiguas pero también de motos de gran cilindrada. Así, las calles del centro de la población han tomado como protagonistas los rugidos de los motores y los toques de claxon para rendir honores al patrón de los automovilistas, que en el caso de Sant Joan ha quedado patente la pasión de las futuras generaciones. Los pequeños y pequeñas motoristas prometen.