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Entrevista: Miquel Sureda, fotógrafo

Miquel Sureda: «John Lennon y Yoko Ono me parecieron una pareja tranquila y de lo más amable»

«Carmen Polo me dijo que le había hecho su fotografía más bonita»

El veterano fotógrafo Miquel Sureda, con una de sus cámaras.

Fotógrafo. Miquel Sureda (Manacor, 1937) combinó durante muchos años su trabajo en el estudio con la fotografía para prensa. En una ocasión llegó a conocer al líder de The Beatles y su pareja, iconos generacionales que pasaron por la ciudad.

¿En qué momento se interesa por la fotografía?

Cuando era joven yo iba para escultor en madera. Me gustaba mucho el dibujo y aquello era algo creativo. Pero cuando tenía 17 años me regalaron la primera máquina, barata pero que en esos momentos fue muy útil. Pero en aquellos años si estabas interesado en la fotografía y en cómo funcionaban las máquinas tenías que irte a Palma. Llegué a un acuerdo con la tienda de fotos que había en la plaza de Santa Eulàlia: yo les llevaría a revelar los carretes y ellos me enseñarían cómo se hacían las copias para que fuese practicando; y así lo hice.

¿Hasta montar un estudio?

Con el tiempo ya compré una ampliadora pequeña, una Lux, y empecé más en serio. Empecé a revelar mis propios negativos y con lo que me iban encargando pude abrir mi primer laboratorio fotográfico en la calle del Amor, una travesía de la calle de Artà. En un momento que más que tiendas había estudios, como los de Lorente o Biel Ribot, justo enfrente del Teatro Principal de Manacor.

No debía ser común que un chico tan joven se hiciera fotógrafo.

Fue muy curioso, por ejemplo, cuando fui al servicio militar porque me sirvió para ser el encargado de hacer todas las fotos de carnet a los soldados que iban entrando. ¡En un día llegué a las 3.500! Imagínese, estuve toda una semana revelando.

Muchas veces las fotos antiguas parecen tener más calidad y envejecer mejor, ¿por qué?

Las fotos de antes suelen durar más tiempo en buenas condiciones, es cierto. Las que yo revelaba están todavía intactas, por ejemplo. Tiene que ver con el lavado. Hay que hacerlo bien y a conciencia. Mire, al final todos los líquidos de revelado tienen veneno y si no se quita bien para dejar la foto ‘limpia’, poco a poco se la van comiendo.

Usted trabajó durante muchos años como fotógrafo para prensa local, ¿cómo se lo proponen?

Hacia el año 1949 o 1950 Rafel Ferrer Massanet, director de la revista ‘Perlas y Cuevas’ vino a buscarme. Hicimos cosas, fotomontajes y retoques… siempre me ha gustado mucho el arte de retocar o colorear las fotografías. Será porque me gusta mucho dibujar. En cambio, nunca me he sentido como un artista, en el sentido de que nunca le he puesto un sello en mis fotos; no me gustaba la propaganda.

Y entonces un día le llega la gran oportunidad… fotografiar a John Lennon.

Era un día de esos en que Rafel me avisó de que teníamos que ir a tomar unas fotos urgentemente, que habían detenido a John Lennon y a Yoko Ono (por el intento de secuestro en Calas de Mallorca de la hija que tenía ella con un productor inglés) y que les habían llevado a los juzgados de Manacor, que en aquellos momentos estaban en el primer piso del claustro de Sant Vicenç.

¿Se sintió presionado por la magnitud del personaje?

No me impresionaron porque me sonaban, pero no los conocía. Así que no me puse nervioso y pude realizar bien el trabajo. Siempre me ha quedado la duda si todo aquello fue un montaje… no porque tenga información, sino porque los dos estaban muy tranquilos y no pusieron ningún impedimento en que les hiciera fotos. Parecían personas muy normales. Incluso cuando Rafel y yo les propusimos hacerse la foto en la cisterna del claustro aceptaron muy amablemente.

¿Les envió la foto?, ¿La conserva?

No me la pidieron… aún no he podido encontrar el negativo… sé que lo tengo, pero no sé dónde. Tengo la sospecha de que pueda estar dentro algún reportaje de boda. De las otras que les hice sí que los tengo.

La pareja había venido ya a Manacor para meditar con su gurú en la costa de Llevant. ¿También le conoció?

Sí, el Maharishi sí que me impresionó. Me enviaron a tomarle fotos cuando estaba impartiendo los cursos de meditación trascendental (además de John Lennon asistieron otros artistas británicos y estadounidenses como los Beach Boys). Tenía varias habitaciones y una sala inmensa, toda blanca y llena de flores, solamente para él. Estaba sentado en una especie de trono cuando entré… recuerdo que me llamó la atención porque el simple click de la máquina fotográfica le molestó.

¿Algún otro personaje famoso que pasara por Manacor?

Unos cuantos… recuerdo que también conocí a la mujer del general Franco, cuando vino a la ciudad. Le quise hacer una foto cuando entraba en la iglesia dels Dolors para ver al Sant Crist… cuando un Guardia Civil me impidió hacerle más. Me dijo que la señora Carmen no quería que se le vieran las arrugas. Entonces tuve una idea. Me fui hacia el estudio y retoqué la foto que le había hecho más de cerca. La dejé sin ninguna arruga… ¡parecía que tenía 19 años! Se la pude hacer llegar a través de Jaume ‘Cama’ de Can Bover, un amigo de la familia Franco en Manacor. Al cabo de unas semanas Carmen Franco envió una carta en la que decía que era «la fotografía más bonita que me han hecho en la vida».

Eso es algo para lo que hay que tener talento. ¿Tiene alguna anécdota?

Un día le gané una apuesta a un hombre que quería afeitarse la barba. Le dije que le haría una foto antes y una después, y que en la segunda le pintaría otra vez la barba y no sabría distinguir era la buena. Gané un café todos los días durante un año entero. Otra vez, una señora vino para ver si le podía quitar el sombrero que portaba su marido… le dije que claro que sí, pero que mejor si tenía otra suya o de un familiar, para ver cómo debía hacerle el peinado. Me quedé a cuadros cuando me dijo: «¡Al quitarle el sombrero usted ya lo verá!».

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