El conseller de Movilidad y Transportes, Josep Marí, y el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, entre otros cargos del Govern y municipales, visitaron ayer las obras de supresión del paso a nivel de la calle de sa Farinera de Es Pont d’Inca, obras que se iniciaron en febrero con un presupuesto de 1,6 millones de euros y que en principio finalizarán el próximo mes de diciembre.

Después de las obras el paso será totalmente peatonal y constará de una escalera y una rampa para las personas con movilidad reducida, además de dos ascensores. El paso tiene una amplitud de 4,80 metros y once metros de longitud y estará debidamente iluminado. En la parte superior de ambos accesos se creará una pequeña zona verde para el disfrute de los vecinos.

Para solventar el tráfico rodado se construye un puente sobre el torrente de Coanegra, entre las calles Verderol de Sa Cabana y Massanella de Es Pont d’Inca Nou.