La Serra de Tramuntana, vista en conjunto, ha experimentado un “elevado aumento” de plazas turísticas en relación con las residenciales. El fenómeno se hace evidente de forma especial en pequeños municipios como Banyalbufar, Deià, Estellencs y Fornalutx, donde existen más plazas turísticas que población censada. Por el contrario, en una demostración de que la Serra no es una realidad unitaria, términos como Alaró, Bunyola y Esporles se hallan en el extremo opuesto.

Ésta es una de las realidades que traduce en cifras el trabajo de investigación ‘Sistema d’indicadors de la Serra de Tramuntana Patrimoni Mundial’, que recoge datos de la última década sobre cultura y patrimonio, medio ambiente; población y socioeconomía; territorio y movilidad; y transferencia del conocimiento. En la presentación de esta obra en Palma, la consellera insular de Territorio, Maria Antònia Garcías, la calificó como una “herramienta” para “tener una visión profunda de lo que está pasando en la Serra. “El objetivo es llegar a conclusiones que permitan adoptar políticas de dinamización y protección de la Tramuntana”, apuntó.

En el caso de la presión turística, la investigación constata cómo ha aumentado el número de plazas, una circunstancia en la que ha influido, al igual que en el resto de la isla, la generalización del modelo de alquiler turístico, como apuntó el director insular de Territorio y Paisaje, Miquel Vadell, quien incidió en otro fenómeno característico de este espacio geográfico emblemático de Mallorca, con una extensión superior a los mil kilómetros cuadrados: el escaso vigor demográfico.

"Es una herramienta clave para diseñar las políticas del futuro de este paraje"

Maria Antònia Garcías - Consellera insular de Territorio

Así, informó, el crecimiento de la población en los municipios de la Serra ha sido inferior al conjunto de la isla en la última década (1,26% frente al 2,05%) y únicamente 11 de los 36 núcleos ven aumentar su censo. Destacan en este sentido Esporles y Puigpunyent, impulsados por su cercanía a Palma. En cambio, pequeños municipios como Estellencs, Banyalbufar, Deià y Fornalutx han perdido más del 10% del censo en los últimos años.

De nuevo en este punto los datos contenidos en el trabajo ‘Sistema d’indicadors de la Serra de Tramuntana’ evidencian que el corredor montañoso no es una realidad social y económica unitaria. Y así lo corroboró ayer el doctor en Geografía por la UIB, Miquel Grimalt, miembro de la mesa de expertos en la Serra que ha colaborado en el libro. Grimalt declaró que es difícil extraer conclusiones homongéneas para un territorio con “términos municipales tan diferentes”, al tiempo que destacó que esta investigación es una “radiografía” que permitirá “ver un futuro totalmente abierto”.