La plataforma Reviure Tofla ha asegurado este viernes que el proyecto de la nueva central de hidrógeno verde de Lloseta «solo persigue pintar de verde una ampliación industrial insostenible y llena de incertidumbres en los terrenos de Cemex» y que supondrá «un gran negocio» para las compañías eléctricas implicadas en el proyecto, pero en ningún caso para la comarca del Raiguer.

Esta plataforma ecologista afirma que «hay mucha prisa» a la hora de poner en marcha la central con la intención de «acceder a los fondos europeos», pero cuestiona la utilidad que tendrá el hidrógeno en la isla y critica la falta de transparencia a la hora de ofrecer más detalles del proyecto. «Reclamamos a los gobernantes que expliquen a la ciudadanía el proyecto, parece ser que esta zona del Raiguer está condenada a ser explotada por multinacionales que pasan por encima de los pueblos con el silencio cómplice de los gobernantes», denuncian.

El colectivo lamenta que no se haya convocado ningún acto público abierto a los ciudadanos para explicar los detalles del proyecto y recuerda que la fábrica de cemento se implantó en 1957 «sin ningún debate» y que en 1978 el gobierno central autorizó la ocupación de la finca de Can Negret para convertirla en una cantera «sin permitir ninguna oposición al proyecto».«¿No cree el gobierno de izquierdas que en 2021 las cosas deberían ser diferentes?», cuestiona la plataforma.

Asimismo, Reviure Tofla señala que la producción de energía del parque fotovoltaico que empezará a ejecutarse el próximo mes en Lloseta «se venderá a la red eléctrica», por lo que «es evidente» que la energía que consumirá la futura planta de hidrógeno «será procedente de combustibles fósiles».

En este sentido, se preguntan si el hidrógeno «será verde» solo porque la planta estará ubicada junto a un parque fotovoltaico. «No podemos aceptar que con esta operación se esconda una cortina de humo teñida de verde que permita nuevas instalaciones (central de hidrógeno, fábrica de áridos y planta asfáltica), pero manteniendo y ampliando las antiguas: extracción intensiva en la cantera de Can Negret y producción de cemento», indican. Por ello, consideran que con la reindustrialización de Lloseta «el Raiguer ha salido perdiendo».

Además, sostienen que el hidrógeno es una fuente de energía «muy cara y de baja rentabilidad con un nivel de pérdidas muy elevado y una alta necesidad de energía», además de todos los equipamientos asociados que precisa como la construcción de nuevas líneas eléctricas y centros de transformación.