La multinacional Cemex comunicó ayer a la comisión balear de Medio Ambiente su intención de reanudar «en las próximas semanas» la actividad de la fábrica de cemento ubicada en Lloseta, que fue paralizada en enero de 2019, con el objetivo de producir un «cemento de prestaciones específicas» para satisfacer la demanda de «determinados clientes en Balears» en un «entorno de construcción sostenible y resiliente».
Según la empresa cementera, la planta de Lloseta «mantiene todos los permisos y las condiciones operativas necesarias para volver a producir con todas las garantías ambientales y de seguridad y salud». La reanudación de la producción de cemento en el municipio del Raiguer «se desarrollará atendiendo al actual contexto derivado de la crisis provocada por la covid-19 y según la evolución del mercado». La fábrica tiene previsto operar «en función de la demanda y de las específicas necesidades de dicho segmento de clientes». Además, apunta que la producción será llevada a cabo por el «personal actual de la planta».
La multinacional añade que desde que la planta de cemento paralizó su producción hace algo más de dos años, ha seguido realizando «labores de mantenimiento y conservación» en la planta de Lloseta, por lo que «se encuentra en perfecto estado operativo para empezar a producir con todas las garantías ambientales y en materia de seguridad y salud».
De hecho, asegura que durante este periodo se han realizado diversos arranques del horno para producir «pequeñas partidas de clinker». La última ocasión en que se puso en marcha la fábrica fue en agosto de 2020.
Asimismo, señala que la reanudación de la producción de cemento «se llevará a cabo cumpliendo en todo momento las condiciones de funcionamiento y los controles establecidos en la Autorización Ambiental Integrada de la planta, que sigue contando con los permisos necesarios».
Cemex subraya que en ningún momento ha abandonado Balears. «Desde la paralización de la producción de la fábrica, la compañía ha continuado ofreciendo a todos sus clientes de las islas productos y soluciones constructivas, innovadoras y con la misma calidad, contribuyendo así a que pudiesen continuar ejecutándose obras de edificación e infraestructuras relevantes para Balears».
Reindustrialización
La empresa recuerda también que ha sido una parte activa en el desarrollo de diversos proyectos para la reindustrialización de la comarca «para minimizar el impacto de la parada de producción de Lloseta, tanto en el empleo como en la generación de valor agregado en su entorno». En este sentido, se refiere al proyecto de construcción de una planta de hidrógeno en las instalaciones de Lloseta, una iniciativa promovida junto con las empresas Acciona, Enagas y Redexis.
Referente industrial
«Cemex no descarta que, en el futuro, la fábrica de Lloseta pueda adaptarse y convertirse en un referente industrial dentro y fuera de España en el uso del hidrógeno verde para la fabricación de cementos con una baja huella de carbono», añade la nota difundida por la multinacional ayer por la tarde.
Cabe recordar que los diferentes proyectos de reindustrialización de la comarca del Raiguer, que siguen sin ponerse en marcha, surgieron a raíz de la paralización de la producción de la fábrica de cemento a principios del pasado año 2019.
El cierre de la planta de Lloseta fue justificado entonces por las malas perspectivas de la industria frente a la nueva regulación europea sobre los derechos de emisión de CO2 y a la caída de la demanda de cemento en el país, además de al incremento de los costes de producción.
Cierre de la planta
El cierre de la planta de Lloseta, igual que la de Almería, llegó con la adopción de una serie de medidas tomadas para asegurar el mantenimiento de la actividad de Cemex en España y su presencia en diferentes mercados». Ello se tradujo en el cierre de estas dos plantas en un ambiente de conflictividad laboral. La empresa presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectó a decenas de trabajadores tanto directos como indirectos.
