Un convenio de colaboración firmado el pasado mes de enero entre el ayuntamiento de Alaró y la empresa cementera Cemex establece, entre otros acuerdos, el pago por parte de esta compañía de 3.000 euros anuales en efectivo o en sacos de áridos al Consistorio a cambio de que la institución aplique la «máxima celeridad a la tramitación de cualquier solicitud» que realice ante el Ayuntamiento.
La plataforma Reviure Tofla, contraria a la explotación de la cantera de Can Negret, ubicada en Alaró, calificó ayer de «claro trato de favor y de privilegio inaceptable» del Ayuntamiento hacia esta empresa privada, por lo que reclamó al equipo de gobierno presidido por el popular Llorenç Perelló que «reconsidere» la aceptación del convenio y dé marcha atrás a la firma. «En las actuales circunstancias sociales y económicas, es inmoral garantizar a una multinacional que se dará la máxima celeridad a cualquier solicitud que presente a cambio de 3.000 euros anuales», señala la plataforma.
El convenio, firmado entre el alcalde Perelló y el director de materiales de Cemex para Catalunya, Aragón y Balears, Francisco Aragón Boluda, el pasado 21 de enero, establece un protocolo de actuación para que las relaciones entre ambos sean «más ágiles, eficaces y fructíferas» y para potenciar «el desarrollo económico y sociocultural de Alaró» y el «fomento y la protección de la actividad empresarial e industrial en el municipio, y en particular, de las actividades e instalaciones de Cemex» en la localidad «por su efecto y potencial dinamizador». Cabe recordar que Cemex es titular de la cantera de Can Negret, desde la que durante décadas ha venido abasteciendo de áridos para la producción de cemento en la fábrica existente en el vecino municipio de Lloseta.
El acuerdo compromete a Cemex a aportar la cantidad de 3.000 euros anuales al Ayuntamiento para que sean destinados «al desarrollo o la ejecución de obras, proyectos y actividades de interés general, municipal o la financiación de actividades educativas o culturales».
En efectivo o en áridos
También se contempla que la entrega de esta cantidad sea a través de un volumen de áridos «con un valor equivalente hasta el importe máximo» de 3.000 euros. Por su parte, el Ayuntamiento se compromete a llevar a cabo las actuaciones «que en Derecho procedan» para «apoyar y preservar la continuidad y el pacífico desarrollo de las actividades e instalaciones de Cemex existentes en el municipio» y a «favorecer y apoyar toda iniciativa de Cemex conducente a su consolidación en el municipio». Y lo que más ha alarmado a la plataforma: «el Ayuntamiento dará la máxima celeridad a la tramitación de cualquier solicitud presentada por Cemex que sea competencia de este y guarde relación o se refiera al desarrollo, consolidación y/o competitividad de dicha industria».
En este sentido, Reviure Tofla considera que el Ayuntamiento, con este convenio, «reconoce una capacidad de influencia y de poder de decisión de Cemex en la actividad del pueblo, atribuyéndose un papel que no tiene nada que ver con las necesidades de la gente ni con el interés general». También lamenta que Alaró asegure el negocio de la compañía «de forma continuada» en lugar de «situarse en la defensa del territorio y el entorno del pueblo».
Y es que este colectivo recuerda que la multinacional explota la cantera de Can Negret «con un volumen altísimo de extracción de áridos para un negocio empresarial que supone la destrucción de la Serra de Tofla», en plena Tramuntana Patrimonio de la Humanidad.
Perelló: «Es el mismo acuerdo»
El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló, señaló ayer que el convenio con Cemex es el mismo que firman tanto Alaró como Lloseta con la multinacional cementera «desde hace muchos años», con la salvedad de que las versiones anteriores a 2019 establecían un pago por parte de Cemex de 21.000 euros, cantidad que ahora se ha reducido hasta los 3.000. Perelló niega que haya trato de favor con la empresa ni que se aplique una mayor celeridad a sus proyectos: «No ha presentado ninguno en los últimos 15 años».
