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Alexandre Ballester, ‘clamater’ eterno

El grito de ‘Visca Sant Antoni!’ del añorado cronista de sa Pobla en 2002 resonará en las Completes del sábado

Alexandre Ballester, ‘clamater’ eterno

Ni la pandemia podrá acallar el tan esperado “Visca Sant Antoni!” que el clamater de turno pronuncia con todas sus fuerzas en el transcurso de las solemnes Completes que cada año llenan a rebosar el templo parroquial de Sant Antoni Abad de sa Pobla el 16 de enero por la tarde, víspera del Santo Patrón.

A pesar de que este año no se ha elegido al clamater, sí se celebrarán las solemnes Completes, cumpliendo todas las normas de seguridad dictadas por las autoridades competentes.

Tras consensuarse con la Obreria de Sant Antoni, el Consistorio y familiares, y como acto inaugural del ‘Any Alexandre Ballester’ decretado por el Ayuntamiento para 2021, en el momento oportuno del acto religioso será la figura y la voz del añorado dramaturgo, escritor y cronista de la villa quien, gracias a las nuevas tecnologías, pronunciará el mismo grito de «Visca Sant Antoni!» que lanzara por primera vez él mismo el 16 de enero de 2002.

La figura del clamater fue introducida por primera vez en las fiestas patronales del año 2002 con el propósito de rememorar un hecho histórico que se remonta a la conquista de Mallorca por parte del Rei en Jaime I, el 31 de diciembre de 1229.

Después de que las tropas soberanistas de Mallorca sufrieran la epidemia de la peste bubónica y tras otra pandemia llamada fuego de San Antonio, se estableció en Mallorca la orden Antoniana, procedente de Cataluña. Orden que fue creada en el año 1095 en Viana y que se dedicaba a la curación de los enfermos de fuego sagrado o fuego de San Antonio, enfermedad que se manifestaba por gangrena de las extremidades y que llegaba a provocar mutilaciones espontáneas. Se producía por la ingesta de pan masado con harina de sègol infectado.

La orden contaba con un hospital en Ciutat de Mallorca y recorría toda la isla para conseguir donativos. No hay que olvidar que la imagen de Sant Antoni estaba presente en muchas iglesias, así como en numerosas possessions y capillas de la isla, como protectora del ganado y de las cosechas.

A mediados del siglo XVII, muchos poblers claudicaron ante el poder de los frailes antonianos, pero se negaron a entregarles todos los donativos que demandaban, sino solo una parte. Y tampoco procedieron a retirar la imagen del santo del altar mayor de la iglesia, como exigía la orden antoniana. Pero aprovechando que la imagen de sa Pobla estaba en poder de la orden para ser restaurada, se quedaron con ella.

La parroquia y la universidad de sa Pobla (nombre que recibía antiguamente el ayuntamiento) interpusieron, en abril de 1636, una causa civil contra el comendador de la orden antoniana Guillem Barrera por no devolver la imagen.

En el año 1642, seis años después, al claudicar el comendador, se dio el pleito por terminado. Evidentemente la postura de sa Pobla causó admiración entre los habitantes de Mallorca, e hizo crecer el orgullo pobler hacia el Santo. En aquella lejana época, sa Pobla era un pueblo pequeño que, con fuerza de voluntad colectiva, se levantaba contra la poderosa orden antoniana.

Al año siguiente, el 1643, al acabar las Completes y estando presente la imagen de Sant Antoni en el retablo del altar mayor, la gente irrumpió en calurosos aplausos y gritos de «Visca Sant Antoni!». Es el origen de la tradición instaurada en 2002 por Alexandre Ballester.

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