La carretera del desvío de la localidad de Sóller sigue siendo un peligro para los peatones que suelen utilizarla para caminar pese a la intervención que realizó hace tan solo unas semanas el Consell de Mallorca con el objetivo de mejorar el pavimento de esta vía, que es muy transitada.
La carretera sirve para desviar el tráfico por el exterior del casco urbano de Sóller, por donde a diario circula una media de 10.000 vehículos al día, según los datos que manejan desde el Consell de Mallorca.
No obstante, un tramo de esta carretera supone un evidente peligro para los peatones que utilizan esta vía para caminar, en tanto que en una zona en curva no existe arcén practicable, con el consecuente riesgo de que algún día se produzca algún accidente debido a la proximidad de los coches que circulan por la vía.
Falta de seguridad
Esta carencia lleva años generando protestas de los peatones del municipio de Sóller por la falta de seguridad. Incluso las autoridades municipales creen que hace falta una intervención, ya que hace poco reclamaron a la institución insular una mejora del tramo para reducir el peligro existente en la actualidad.
El Consell llevó a cabo una mejora del pavimento de la calzada, pero, tras renovar las marcas viales, los peatones se quedaron otra vez sin el esperado arcén, algo que ha generado nuevas protestas por parte de los ciudadanos.
A diario decenas de personas utilizan esta carretera en sus desplazamientos a pie, por lo que reclaman una nueva actuación de la institución insular «para que nos den seguridad antes de que pase algún accidente evitable». Los peatones reclaman que se habilite un arcén en la carretera para reducir el peligro y delimitar la zona por la que pueden caminar sin peligro de invasión de vehículos.
Desde hace años el Consell y el ayuntamiento de Sóller buscan una fórmula para habilitar un carril bici entre Sóller y el Port que subsane esta deficiencia, pero hasta la fecha todavía no han dado con la solución definitiva a esta carencia.
