El ayuntamiento de Sóller ha presentado el vídeo que pretende fomentar el uso de la mascarilla como medida de prevención para evitar nuevos contagios por coronavirus. En la grabación participan personas de diferentes ámbitos de la vida del municipio aconsejando el uso del tapabocas. Tras semanas de incremento continuado y con la crisis desatada en la residencia Bell Entorn, el número de contagios por covid se estabiliza y ha empezado a descender.

El uso de la mascarilla ha venido para quedarse. Al menos hasta que la vacunas se generalicen entre la población para acabar con la pandemia por coronavirus. Pese a ello, más de uno es reacio a usar esta prenda que ya se ha hecho cotidiana en casi todas partes del mundo como una solución eficaz para evitar nuevos contagios. Con este punto de partida, el ayuntamiento de Sóller ha recurrido a la imaginación para concienciar a sus ciudadanos de que usar la mascarilla es inevitable, tanto como obligatorio, para evitar la propagación de la covid.

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Sóller recurre a ciudadanos para concienciar sobre el uso de la mascarilla

La semana pasada de grabó el vídeo que en este miércoles ha presentado el Ayuntamiento y divulgará a través de las redes sociales con el objetivo de instar a los sollerics de que llevar la máscara es algo necesario. Por eso, el spot participan personas de todos los sectores de la sociedad local que transmiten un mensaje simple como es el de usar la mascarilla cada vez que se pisa la calle o nos reunimos con personas ajenas al núcleo familiar.

El vídeo tiene una duración de apenas minuto y medio y, como explica su promotor, el concejal de Promoción, Sebastià Aguiló, “tiene por objetivo concienciar a los habitantes de Sóller, y por extensión a toda la gente, la necesidad y la obligación del uso de la mascarilla”. El hilo conductor de la filmación son las diferentes recomendaciones que realizan ante la cámara personas conocidas del municipio que lanzan frases como “no tientes a la suerte y utiliza la mascarilla” o “no seas noticia y ponte la mascarilla”.  

La grabación se realizó en puntos emblemáticos de Sóller como la plaza de la Constitución, la parroquia, el tranvía o la calle de la Luna, entre otros muchos escenarios. En él participan personas como el párroco, un agente de policía, un pescador, vendedores del mercado o personajes conocidos de la vida de Sóller.