Después de varios meses cerrado debido a la crisis de la Covid-19, el popular rastrillo de Consell, que se celebraba los domingos en el polígono industrial de la localidad, volverá a reiniciar sus actividades el 2 de agosto bajo unas medidas de seguridad que deberán cumplir tanto los asistentes como los vendedores. Los vendedores firmarán una declaración de responsabilidad, el número de paradas baja a un 75%, además únicamente se ocuparán las plazas fijas de los venderores. Será obligatorio el uso de la mascarilla y los vendedores estarán obligados a ofrecer gel hidroalcóholico para la manipulación de los artículos a la venta. Asimismo, el consistorio ha anunciado que no cobrará las tasas correspodientes al segundo y tercer trimestre 2020.