El pleno del ayuntamiento de Sóller acordó ayer por unanimidad utilizar parte del superávit de 2019 a saldar 3,5 millones de euros en préstamos, por lo que una vez que se materialice la operación el consistorio dejará de estar supeditado a un plan de ajuste económico vigente desde 2012. De acuerdo con los datos aportados por la concejala de Hacienda, Andrea Pomar, la liquidación del préstamo situará el ayuntamiento a un nivel del 30% de endeudamiento sobre sus recursos propios, una cifra que dista del 110% en el que se situaba hace cinco años. Esta drástica reducción de la deuda permitirá que Sóller pueda flexibilizar su economía municipal e, incluso, recurrir a los bancos para realizar inversiones.

Tanto Pomar como el alcalde Carlos Simarro, afirmaron que la liquidación del crédito permitirá al ayuntamiento crear líneas de subvenciones para entidades y particulares, poder incrementar el gasto en personal aumentando la plantilla y estudiar una posible rebaja del IBI. También se criticó la posibilidad de que Hacienda pueda "confiscar" (según dijo el alcalde) el dinero del superávit municipal cosechado en los últimos años que actualmente asciende a 17 millones de euros.