El histórico celler de Can Amer de Inca se trasladará a Selva a principios de año. Bartomeu Torrens, propietario del emblemático negocio, ha manifestado que la razón del traslado estriba en la dificultad económica de continuar el el antiguo edificio de la plaza Verge de Lluc.

La propiedad del inmueble pide una suma por el alquiler que en opinión del restaurador es innasumible con la inversión que requiere el edificio. Cabe destacar que estamos hablando de un inmueble con más de trescientos años y la adaptación a la actual normativa exige la construcción de una nueva cocina, así como la renovación de toda la instalación eléctrica. Torrens explica que “si la propiedad hubiera aceptado prolongar el contrato de alquiler a un mínimo de 20 años me saldría a cuenta, pero con contratos de cuatro en cuatro años y una cuantía mesual, por demás elevada, es imposible para mí asumirlo”.

La marca Can Amer se trasladará de esta forma a Selva. Torrens instalará el negocio en el antiguo restaurante de cas Tauler, en la carretera que une Inca y Selva con Lluc, que se cerró hace años. El restaurador indica que “la marca Can Amer fue registrada por mi familia así que será el nombre que demos al restaurante a pesar de que dejemos el edificio antiguo de Inca”.

Día siete de enero cerrará, de esta forma, un celler tradicional de Inca que lleva abierto desde tiempo inmemorial. Bartomeu e sla segunda generación de su familia que regentaba este típico restaurante, galardonado y reconocido a nivel internacional. Anteriormente lo hicieron sus padres, Antonia Cantallops y Pep Torrens.