Los vecinos de Son Carrió, con con la colaboración de todos los establecimientos comerciales, han iniciado una campaña de recogida de firmas para evitar el cierre de la única entidad bancaria que permanece abierta en el pueblo. Esta campaña llega, argumentan los residentes, después de que se enteraran de que la oficina de la Banca March tiene previsto cerrar sus puertas y retirar el cajero automático.

El primer paso de las acciones fue una foto reivindicativa. Así, este fin de semana los vecinos se han congregado delante de la oficina para manifestar su desacuerdo. En total unas 200 personas, según la asociación vecinal, se reunieron para inmortalizar el momento y exhibir pancartas con lemas como "volem banc" o "perquè no la tanquin".

La asociación de vecinos lamenta el cierre de la única entidad bancaria que queda y en la que tres generaciones de carrioners, vienen depositando sus ahorros y planes de pensiones. Según la asociación, la única explicación que alega la entidad bancaria es que el alquiler del local es demasiado caro, pero los afectados temen que la decisión forme parte de la estrategia bancaria para abocar a sus clientes a realizar los trámites on line.

Esta medida deja al sector de las personas mayores desamparado, ya que tienen dificultades tanto para realizar trámites vía telemática, como para desplazarse a otras poblaciones para que puedan ser atendidos en otra sucursal bancaria.

Por todos estos motivos, piden que el banco reconsidere la decisión y valore otras soluciones como, por ejemplo, abrir la sucursal unas horas o dos o tres días a la semana. También reclaman que, como mínimo, se les deje un cajero autonático para poder operar.

El consistorio ha iniciado conversaciones con los responsables de la entidad bancaria de la zona para valorar posibles alternativas con el fin de evitar el cierre definitivo. En caso de cerrarse, las sucursales más cercanas estarían en Sant Llorenç, sa Coma, Cala Millor o Son Servera.