"Las mujeres reales tenemos marcas (celulitis, estrías, varices, pecas, verrugas, cicatrices, pelos, canas...) que son el vestigio de un hecho, un momento de nuestra vida o un simple elemento genético. ¿Entonces por qué no presumimos de ellas?". La pregunta que se plantean las fotógrafas mureres Damiana Cloquell y Nena Carbonell suena como un disparo directo a las líneas de flotación que sostienen los estereotipos de belleza impuestos por una sociedad que aporta una importancia elemental a la imagen artificial y trata de ocultar la verdad. Y la verdad es que las mujeres y los hombres somos imperfectos. Y que mostrar con orgullo estas imperfecciones se convierte en un acto de rebeldía en un mundo dominado por el narcisismo hueco y los filtros manipuladores de 'instagram'.

Marques es el elocuente título del proyecto fotográfico [vea aquí imágenes] que se expone estos días (desde el pasado 25 de noviembre hasta el 28 de diciembre) en el edificio polivalente s'Antic Mercat de Muro. Un viaje a través del cuerpo femenino con especial atención a las 'marcas' corporales que la dictadura de la imagen quiere que ocultemos y que las 16 mujeres que exhiben sus cuerpos para la muestra reinvindican e incluso presumen en unos primeros planos que no dejan indiferente al observador. La exposición consiste en 16 retratos de cuerpo entero a color de 40x60 centímetros, además de 30 fotografías en blanco y negro de detalle de las marcas que cada una de las modelos deseaba mostrar.

"Marques es el fruto de más de un año de trabajo de estudio e investigación, de cuestionar y debatir, de buscar personas voluntarias que aceptaran el reto de posar en ropa interior o desnudas para presumir de sus perfectas imperfecciones", explican las dos autoras, que el pasado año ya sorprendieron con un proyecto fotográfico que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, pretendía concienciar sobre las diferencias de género en el mundo laboral.

Cloquell y Carbonell explican que el proyecto Marques fue un "reto" para ellas, pero especialmente para las mujeres fotografiadas. "Primero, porque ninguna de las protagonistas había ejercido nunca de modelo, y segundo, porque queríamos que se vieran y las vieran estupendas, sin retoques digitales y sin traspasar el umbral de la cosificación y sexualización", apuntan. Y añaden: "Queríamos demostrar, principalmente a las protagonistas, pero también a los visitantes de la exposición, que las mujeres reales con vidas y experiencias propias son las mejores modelos y pueden ser incluso nuestros referentes".

El proyecto no estaba limitado únicamente a las mujeres. Las autoras hicieron un llamamiento público a todas las personas interesadas, independientemente de su género. "La curiosidad es que básicamente solo se presentaron mujeres...bueno, también tres hombres, pero por compromiso", bromean.

Damiana y Nena explican que la necesidad de realizar la exposición nació de su propio "inconformismo" y aseguran que son dos mujeres "muy diferentes" que también tienen muchos aspectos en común, como la fotografía y la concienciación por la igualdad. Y sobre todo, el objetivo de "romper los estereotipos de belleza que establece la sociedad y la comunicación de masas, mostrando mujeres reales con la intención de cambiar el paradigma mediante la democratización de la belleza tal y como la promueve el movimiento 'Body Positive' y cuestionando el papel de los medios de comunicación y las redes sociales en la construcción de la imagen social".

Las fotografías son directas, sin ambajes, y a buen seguro provocarán la complicidad de los visitantes. Porque todos tenemos imperfecciones que queremos ocultar por pudor. No obstante, la muestra lanza el mensaje opuesto: hay que mostrarlas con orgullo porque forman parte de nuestra propia realidad. "Los estereotipos de belleza han oprimido a los mujeres desde los inicios de la historia, aunque en la actualidad, tanto hombres como mujeres estamos más expuestos por los medios y las redes sociales, elevando la presión por llegar a conseguir la idealizada perfección, muchas veces encubierta de vida saludable, y especialmente promoviendo la inseguridad femenina", apuntan las dos activistas, convencidas de que "el modelo social de belleza está ideado con el objetivo de limitar el empoderamiento psicosocial de las mujeres, manteniéndolas ocupadas en controlar su pequeño territorio corporal a cambio de un poco de aprobación externa".

Todas estas cuestiones provocaron un interesante debate el pasado 25 de noviembre, día de la inauguración de la muestra que las autoras hicieron coincidir con el Día Internacional contra la Violencia de Género. Las artistas lanzaron una serie de temáticas para hacer reflexionar a los asistentes. Asimismo, las modelos se encargaron de leer el manifiesto institucional y la cantautora de Mancor de la Vall Marga Rotger puso la nota musical a un acto cargado de reivindicación y simbolismo.

Encuesta

Las personas que visitan la muestra tienen la posibilidad de participar en una encuesta que las autoras han puesto a su disposición para que, "de forma totalmente anónima", el público pueda responder a una serie de preguntas relacionadas con las percepciones sobre la apariencia física. Y es que las dos activistas tienen intención de seguir investigando los estereotipos de belleza de la sociedad.