La ignorancia recíproca que suelen profesarse las administraciones local y portuaria tendrá que afrontarse en serio y superarse cuanto antes mejor. La falta de colaboración entre ambas es particularmente significativa, grave y carente de justificación en un territorio insular como Balears.
Solo cuando Puertos entienda que el litoral también está en un determinado municipio y los ayuntamientos tiendan con previsión amarres de coordinación urbanística podrán evitarse perjuicios y espectáculos como los que ahora se producen en Alcúdia. Según se explica en esta página, la Autoridad Portuaria prorrogó a Alcudiamar la concesión de la explotación del club náutico en unas condiciones de obra y ampliación que echan por la borda el Plan Especial del Puerto. Hay discrepancia entre las partes sobre la necesidad de informes y parece claro que las obras, con fines no autorizados, no cuentan con permiso municipal. El Ayuntamiento pide ahora a Puertos la paralización cautelar y la revisión de la concesión. Lógico. Primero aclararlo y después corregir. Mejor si también durante el proceso se aprende que la colaboración debe ser permanente.