Nos situamos a principios del pasado siglo XX; llegaban las fiestas de Sant Jaume de sa Pobla y en la memoria de los viejos todavía quedan los recuerdos de las animadas carreras de caballos que inevitablemente, al igual que los toros y las carreras pedestres y ciclistas, constituían uno de los platos fuertes de los festejos de la localidad. Más tarde llegaría el fútbol y después las verbenas.

Centrándonos en las carreras de caballos, por lo que se desprende de un documentado reportaje publicado en el número 68 de la revista local Sa Plaça (julio-agosto 1998) elaborado conjuntamente por Nofre Pons, Pere Perelló y Joan Llabrés, sabemos que "la primera noticia que tenemos del trote en sa Pobla está fechada el año 1902 en el programa de las fiestas de Sant Jaume, anunciando unas carreras para cavallerías", sin concretar nada más. El espectáculo ecuestre constaba de cinco carreras; la quinta era de acceso libre para todos los caballos de Mallorca.

El primer premio era de 20 pesetas y una cadena. En el anuncio del acto no figuran más datos; ni tan siquiera el escenario donde debía celebrarse el evento, seguramente un improvisado hipódromo en un descampado.

Repasando el programa de las fiestas de 1910, se observa que la afición que despertaban entre los poblers las carreras de caballos las convertían en otro de los espectáculos más esperados de sus fiestas estivales. El anunciado de las carreras que se celebraron aquel año lo deja muy claro: "Día 24, a las 5 de la tarde: En el nuevo hipódromo construido expresamente tendrán lugar grandes carreras de resistencia y velocidad, gratis para todos los espectadores..."(sic).

El día 25 de julio del mismo año, en 1910, festividad de Sant Jaume, por la mañana se celebraron carreras de hombres y caballos y las tradicionales carreras de joies, con un gallo y dos pesetas como premio para el ganador local, y un gallo y cuatro pesetas para la carrera libre que incluía forasteros.

Herraduras

Pero por la tarde no faltaron las carreras de caballos, con unos premios tan peculiares, como unas herraduras para el ganador de la carrera de mulas, un cabezal para la de potros de más de un año, y una cadena para la de caballos y yeguas.

Según la revista hípica Infotrot Balears, especializada en trote, el año 1935, el caballo pobler "Amílcar", de origen Lermoise -Olga, conducido por A.Femenías ganó la segunda edición del Gran Premi Nacional, en un recorrido de 2.500 metros y con un tiempo de 1.38 minutos un récord que se mantuvo hasta que en el Gran Premio de 1946, se lo arrebatara el caballo Martel con un tiempo de 1.36 minutos.

Los hipódromos de sa Pobla, además del de la finca de Son Ferragut, se emplazaban en distintos lugares de las afueras, algunos de ellos improvisados para una carrera determinada, que solían celebrarse en Pascua y, principalmente por Sant Jaume. Estos improvisados hipódromos se recuerdan los habilitados en las fincas de sa Llebre y Son Corró. Y cuentan las crónicas que a pesar de la distancia de su emplazamiento, ni el fuerte sol del mes de julio, ni el polvo de los caminos, eran obstáculo para que la gente acudiera en masa a presenciar las animadas carreras de caballos, desplazándose a pie, en bicicleta o carruaje y hasta acudían aficionados de otras poblaciones.

Competición

afición de los poblers por el trote de alta competición, en las carreras celebradas en los hipódromos de Palma y Manacor se prolongó hasta bien entrada la pasada centuria, si bien disminuía el número de buenos caballos.

Por lo que respecta a las carreras de caballos celebradas en sa Pobla por las fiestas de Sant Jaume, la última tuvo lugar el 25 de julio de 1983 en la pista de sa Llebre. El programa anunciaba 7 carreras al trote, una de potros de 3 años y dos carreras al galope. Se ofreció una carrera de hombre contra un caballo. La disputó el joven Antoni Fernández, a la sazón policía municipal, imponiéndose al caballo.

Cuenta un viejo aficionado, que los caballos de carreras de sa Pobla, participaban a las pruebas, después de haber labrado todo el día anterior y se desplazaban a los hipódromos tirando del carro.