La iniciativa ciudadana Vianants Inca y las asociaciones de madres y padres de alumnos de la práctica totalidad de los colegios de la ciudad han elaborado una propuesta para la redacción de un plan de movilidad urbana sostenible que incluye, entre otras medidas, la limitación de velocidad a un máximo de 20 kilómetros por hora en el entorno de los centros educativos de Inca y de 30km/ hora en el resto del casco urbano. La propuesta fue presentada hace unos días al Ayuntamiento para solicitar la adhesión de la institución municipal.

Los promotores de la iniciativa argumentan que "en el mundo, nueve de cada diez personas respiran aire contaminado, y en Inca también", por lo que reclaman al Ayuntamiento de su ciudad que "trabaje activamente en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la calidad del aire", mediante la redacción de un plan de movilidad urbana sostenible que "priorice a las personas y a los sistemas de transporte limpios".

Otra de las demandas de esta plataforma es la de crear una comisión mixta de seguimiento integrada por el ayuntamiento de Inca y las entidades socioeducativas representativas de la ciudad.

En el escrito entregado en el Ayuntamiento, Vianants Inca recuerda que la Convención de los Derechos del Niño de 1989 estableció que "la seguridad y la vida de los niños debe estar garantizada por encima de las normas de tráfico que imperan en nuestras calles".

La plataforma sostiene que "estadísticamente está comprobado que en un atropello a 40 km/hora el 45% de las víctimas muere, pero las muertes se reducen hasta un 10% si la velocidad es de 30 km/ hora". Asimismo, añaden que el tráfico y la gran cantidad de alumnos que entran y salen de los centros educativos "convierten a los menores en personas vulnerables en situación de peligro, lo que genera estrés a las familias".

A su entender, la reducción de la velocidad en el entorno escolar "generaría confianza y facilitaría que el camino a pie hasta los centros fuese una opción segura para las familias, que percibirían un entorno más calmado y seguro". Durante el encuentro con los responsables municipales, los promotores se pusieron una mascarilla para simbolizar la urgencia de adoptar medidas contra la contaminación.