La reunión mantenida ayer en Madrid entre representantes de los trabajadores de las plantas de Lloseta y Nádor con la empresa Cemex finalizó ayer sin acuerdos, tras la negativa en banda de la multinacional a ceder en sus posiciones. Los trabajadores, en respuesta, afirmaron ante los mediadores que continuarían con el bloqueo a las dos plantas cementerass que impide que se trabaje en ellas.

Fuentes del comité de empresa de Lloseta señalan que "se ha planteado que en lugar de un ERE se tomen medidas temporales como el cierre parcial de la planta pero no total. Eso supondría un ahorro del 50% de los despidos. También se ha propuesto un programa de prejubilaciones como complemento, pero nada de ello ha sido aceptado por la empresa". Esto hace suponer a los trabajadores "que la intención de Cemex es despedir personal con la intención de recontratar con salarios más bajos cuando el consumo de cemento en Balears vuelva a repuntar".

Los trabajadores sostienen que "está claro que en Balears volverá a subir el consumo de cemento puesto que hay proyectos en marcha como el plan de viviendas, carreteras y otros que hacen intuir ese repunte". La empresa ofrece recolocaciones en la península, "algo que representa un problema debido a la insularidad".