Emocionantes campanadas en Sant Llorenç

Uvas, lluvia de confeti, polvos 'holi' de colores, cerveza y hasta una ensaimada de un metro de diámetro que tenía que ser degustada con chocolate, pero que, cosas de los tiempos televisivos, se quedó fuera de los planos, marcaron las campanadas de Nochevieja de Mediaset España, es decir Telecinco, Cuatro y las demás cadenas temáticas del grupo, que enfocaron sus cámaras a Sant Llorenç, en cuya plaça de l'Església se plantó un gran escenario navideño para despedir el 2018 e iniciar el año nuevo como una retransmisión de ámbito nacional se merecía. Ni el aventurero Jesús Calleja ni la asturiana Lara Álvarez defraudaron a los devotos que empezaron a llenar la plaza más de una hora antes del inicio del programa especial, a las 23,30 horas. En las distintas pausas para la publicidad, de hecho, hasta departieron amigablemente con los vecinos, a los que dieron las gracias por su apoyo.

La retransmisión comenzó con la presentadora rodeada de distintas familias afectadas por la 'torrentada' que arrasó parte del pueblo el pasado 9 de octubre y dando paso a Calleja, quien, después de correr por la alfombra roja habilitada entre el público, se plantó arriba de las tablas para recoger los distintos testimonios, enfocados todos desde la esperanza y con varias escobas representativas de la gran riada que dejó Sant Llorenç con el barro y el agua hasta el cuello.

Tras intentar tocar el corazón de los telespectadores entre un enorme árbol de Navidad y unas luces verdes y azules enmarcando la fachada parroquial, la cosa varió hacia los videos de apoyo de distintos deportistas como el tenista Carlos Moyà y secuencias de los días posteriores a las inundaciones como la de Rafa Nadal achicando agua de distintas viviendas. Todo ello para desembocar después en una explicación de cómo serían (y sonarían) los cuartos y las campanadas, cuyo sonido había sido previamente grabado para poder aumentar el volumen y que fueran audibles por televisión.

Y llegó el momento, y tanto Álvarez como Calleja se despojaron de sus abrigos para dejar ver sus atuendos de Nochevieja. Una americana y pantalón negros con tonos azules para ella, y un smoking contemporáneo para él, combinado con unos zapatos con elementos metálicos que dieron que hablar. Todo listo, nueva pausa y al lío. Tras una arenga final al respetable todo se tornó en expectación, emoción e intriga: las uvas hicieron su acto de presencia y el reloj empezó el trámite hasta las doce campanadas. Jolgorio, alegría y besos que quedaron amplificados por una explosión de confeti de color rojo que tiñó escenario y público, como si de una celebración futbolística se tratara. Después, y para rematar polvos indios de colores y un brindis final de cava al que sucedieron distintas sorpresas para ambos presentadores, que acabaron fundidos en un apasionado beso, lejos de la madrileña Plaza del Sol, pero cerca de los corazones mallorquines de Sant Llorenç.

Críticas en redes

Pese al éxito de la convocatoria, un mensaje circula durante estos días por diferentes redes cuestionando la "solidaridad" de Mediaset con los afectados de Sant Llorenç, puesto que "la cadena no ha hecho ninguna donación económica al pueblo". El mismo texto reprocha que durante el ensayo desapareciese de la fachada de la Iglesia el mensaje Bon Nadal para ser sustituido por otro que ponía Feliz 2019. "Se ve que no pueden convivir los dos idiomas", lamentaba el autor del mensaje.