Anoche la juventud tomó el centro de la ciudad en la que se ha convertido en su noche. La marcha juvenil de la víspera del Dijous Bo, que coloquialmente se ha dado en llamar 'Dimecres Bo', fue la protagonista de la tarde de este miércoles y la madrugada del jueves.

Desde hace dos años el consistorio ha tomado una determinación para evitar que la marcha se convierta en algo problemático y le ha dado resultados positivos. La razón estriba en las amenazas de los vecinos de interponer denuncias porque los últimos años había derivado en un gran botellón que causaba muchas molestias. La iniciativa del consistorio fue descargar de actos esta noche. Así el concierto de rock y el correfoc ya se celebraron el sábado pasado. Virgilio Moreno, alcalde de Inca, explica que "con esto se ha conseguido evitar problemas el Dimecres Bo y también darle más importancia a la revetla de revetlaSanta Maria".

Renuncia

Aun así, es preciso indicar que la marcha le ha podido al final a la feria, y el Ayuntamiento ha renunciado a montar puestos en dos calles donde se concentran el mayor número de pubs: Murta y Born.

Fuentes de la organización precisaron que "por muy bien que vaya y aun en ausencia de incidentes, durante toda la noche hay gente en la calle bebiendo y charlando. Es una tarea imposible pasar las máquinas de limpiar a las cinco para a las seis montar los puestos de la feria". También se ha regulado de forma especial la instalación de barras de bar en la calle. Sólo pudieron instalarlas los establecimientos con licencia para ofrecer música.

Botellones

El centro estuvo más tranquilo aunque es reseñable que en las zonas limítrofes se produjeron algunos botellones que causaron molestias a los vecinos y precisaron de actuación policial.

Lo que fue inevitable, como cada año, fue la suciedad. Los responsables de los servicios de limpieza, no obstante, se esmeraron para dejar un centro de la ciudad bastante aceptable. Las calles Jaume Armengol, Born, Murta y General Luque son las que congregan la marcha juvenil.