El ayuntamiento de Santanyí, comandado por el PP, revela que desde comienzos de verano ha recibido "reiteradas quejas" de vecinos de Cala d'Or "por los problemas que generan los malos olores que provienen de la depuradora", situada en la salida del núcleo, en dirección hacia Portopetro.

Cabe tener en cuenta el crecimiento de la localidad en los últimos lustros (de hecho es el núcleo más poblado del municipio) y, en consecuencia, la cercanía de zonas habitadas al foco del problema. El propio consistorio admite que "la situación se agrava con el aumento de población durante la temporada turística" y desde la institución municipal "no se puede hacer nada porque la gestión de las depuradoras es competencia del Govern de les Illes Balears".

Asimismo, "hay una nueva cuestión que han detectado los vecinos, y que el Ayuntamiento ha confirmado: la única depuradora de la zona sur de Mallorca donde se puede realizar el tratamiento de residuos de los pozos negros es la de Cala d'Or. Las otras opciones más cercanas son Manacor o Palma, el resto de depuradoras de la comarca del Migjorn no tienen las instalaciones adecuadas o simplemente este equipamiento no está activo. Esto se traduce en que durante el verano puede haber más de 200 descargas cada mes, con el agravante de que puede ser a cualquier hora del día ya que las empresas autorizadas pueden acceder a las instalaciones según sus necesidades. Además, los técnicos municipales de Medio Ambiente del Ayuntamiento advierten de que este es uno de los procesos que más mal olor puede generar, y que por ello los vecinos lo padecen en cualquier momento del día".

La alcaldesa pedánea de Cala d'Or, Bàrbara Xamena, y el concejal de Turismo, Rafael Batle, han puesto en conocimiento de la situación a la conselleria de Medio Ambiente y a la Agència Balear de l'Aigua (Abaqua). Se reclama a la Conselleria que intervenga y habilite más puntos de descarga en otras depuradoras como las de Felanitx, Campos o Llucmajor.