La vicepresidenta del Govern Bel Busquets y el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, presentaron ayer en la cooperativa Camp Mallorquí de Consell una nueva línea de ayudas de 375.000 euros procedentes del impuesto de turismo sostenible para fomentar la cooperación entre los agentes de la cadena alimentaria local y potenciar la promoción y venta de productos locales a través de canales propios o de ciclo corto, acciones que "son garantía de precio justo para los productores de Balears", según el ejecutivo.

Una cadena de distribución corta es aquella en la que solo hay un intermediario entre el productor y el consumidor. Normalmente, el producto se vende en las mismas explotaciones o bien se adapta un espacio en alguna instalación comercial. Las subvenciones se entregarán a las propuestas que permitan crear y desarrollar el ciclo corto de comercialización.

La vicepresidenta y consellera de Turismo Bel Busquets explicó que el proyecto "invierte en el sector primario parte de las aportaciones que realizan los visitantes" y destacó que las ayudas "favorecen la innovación en el sector".