La dirección insular de Patrimonio Histórico del Consell ha incoado el expediente de delimitación del yacimiento arqueológico del Pedret de Bóquer, en el Port de Pollença, un espacio que está declarado como Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento, con el objetivo de garantizar su conservación, ya que actualmente se encuentra desprotegido y en mal estado de conservación.

El expediente iniciado por el Consell implica la suspensión de la tramitación de las licencias municipales de parcelación, edificación o derribo en la zona afectada y la suspensión de los efectos de las licencias ya concedidas. Asimismo, cualquier obra a realizar en la zona deberá ser previamente autorizada por la comisión insular de Patrimonio Histórico.

La delimitación, que también incluye un entorno de protección, afecta a una amplia parcela de terreno ubicada junto a las casas de Bóquer, en el extremo izquierdo de la ronda del Port de Pollença en dirección a Formentor.

El yacimiento arqueológico, del que apenas ha sido excavado un uno por ciento, esconde los restos de la antigua ' civitas bocchoritana', población que llegó a tener un estatus de ciudad federada con la antigua Roma. El estatus jurídico de la antigua Bocchoris aparece documentado en dos hallazgos excepcionales que se produjeron en el yacimiento en diferentes etapas históricas. En 1765 un agricultor de la zona encontró en el Pedret de Bóquer una placa de bronce de forma rectangular con una inscripción en latín que hacía referencia al Senado romano, un indicio claro de la antigua ciudad federada a la que se refirió Plinio. Una segunda placa fue localizada en 1951 en las playas de Llenaire del Moll.

Según los expertos, todo indica que B0cchoris era un poblado talayótico del que solo quedan los restos de un 'talaiot' en superficie y los vestigios de la antigua muralla hoy camuflados entre las rocas y la vegetación.

Trabajos arqueológicos llevados a cabo entre 2001 y 2003 destaparon una estratigrafía muy rica que se remontaba a una época anterior a la conquista romana del año 123 A. C. También se evidenció la existencia de pavimentos y depósitos de ' opus signinum' (un compuesto de mortero de cal y cerámica machacada) del siglo III.

El alcalde de Pollença, Miquel Àngel March, explica que la delimitación aprobada por el Consell, solicitada previamente por el Ayuntamiento, permitirá corregir una anterior delimitación que "no era correcta" y fomentaba los casos de vandalismo.

De esta forma, el consistorio 'pollencí' podrá ejecutar el cierre de la finca, un proyecto que se ha incluido en los presupuestos participativos de este año. También está previsto programar un plan quinquenal de excavaciones que ayuden a conocer un poco más la historia de este enclave 'pollencí' que tuvo mucha importancia en la antigüedad.