El observatorio de civismo en el transporte ferroviario, elaborado con los datos remitidos por las diferentes empresas públicas de trenes de todo el Estado, constata que en 2017 se produjo un aumento generalizado de las agresiones y amenazas al personal ferroviario y a vigilantes de seguridad, además de agresiones a agentes tranviarios. Por contra, disminuyeron en general los casos de vandalismo en extintores, desperfectos y pintadas.

Por su parte, los casos de acoso y agresiones sexuales en el interior de los trenes se mantienen al mismo nivel que otros años, según destaca el informe.