La secretaría general de Pesca, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha autorizado por primera vez un cupo de pesca dirigida de atún rojo (Thunnus thynnus) para los pescadores de Balears.

Tras años de prohibición expresa de captura dirigida de atún rojo por parte de la flota pesquera artesanal de Balears, que veía cómo este recurso era explotado de manera desmesurada en el mar Balear por parte de los grandes atuneros peninsulares, la Federación Balear de Cofradías de Pescadores ha visto confirmadas sus expectativas de cuota para el presente año, merced, en gran parte, a las negociaciones y presiones ejercidas durante años ante las administraciones.

Las autoridades competentes han autorizado un cupo de 28 toneladas del apreciado pescado. La campaña empezará el próximo día 15 de julio y finalizará el 31 de octubre

Antoni Garau, secretario de la Federación de Cofradías afirma que "se han restablecido los derechos de la pesca artesanal que tanto hemos defendido en los últimos años, ante la gran injusticia de premiar a los grandes y apartar los pequeños en el mejor caladero de atún rojo del Mediterráneo".

Compensación

El Ministerio ha compensado tantos años de prohibición a los pequeños barcos de las islas. Así, para este año, de 298 embarcaciones autorizadas, 106 serán de Balears, pudiendo capturar una media de 270 kilogramos por embarcación. Hasta la fecha sólo se podía descargar en dos puertos y como pesca accidental. Ahora se podrá descargar en todos los puertos pesqueros de las islas.

"Esta cuota se prevé para el que entendemos que será el último año de Plan de Recuperación, de forma que, para los sucesivos años, y ante la inminente subida de posibilidades de pesca a nivel Atlántico y Mediterráneo, podremos optar a un incremento todavía más grande de cuota por embarcación, dado el gran stock de atún existente", agrega Garau.

El atún rojo es un pescado muy apreciado y cuyo precio hace que sea muy rentable para las embarcaciones. Desde hace años es una pesca que acaparaban grandes atuneros de cerco y que ahora favorecerá a los barcos de pesca artesanal. Garau sostiene que "el consumidor debe saber que a partir del mes próximo el atún que encuentre en el mercado local será de nuestro caladero, de nuestra lonja y por tanto muy fresco".

Las aguas de Balears son un auténtico santuario para esta especie y tras años de protección los pescadores han llegado a asegurar que su número se había incrementado tanto que amenazaban las poblaciones de sardinas y similares.