Las golondrinas de la naviera Barcos Azules han dejado de lanzar al mar las aguas fecales de sus sentinas, en tanto que la empresa ha diseñado un sistema de vaciado de los tanques que ya se ha implantado en cuatro de sus embarcaciones. Según precisó el presidente de la compañía, Santiago Mayol, el proceso se realiza mediante la utilización de una bomba con corazón de cobre como medio para extraer las aguas residuales del barco.

Corrosión marina

La bomba se sitúa en tierra, no está expuesta a la corrosión marina, e impulsa las aguas sucias hasta la red de alcantarillado del muelle. El método, pionero en Baleares, se encuentra en la primera fase de pruebas.

La segunda fase de implantación de la mejora requerirá la adaptación de los muelles para canalizar el agua que se extrae de las embarcaciones. Según explicaron los técnicos de Barcos Azules, por cada dos barcos habrá un ramal para evitar la actual longitud de la tubería de extracción. Se prevé que la estructura definitiva esté operativa en febrero de 2019 coincidiendo con el inicio de la actividad de Barcos Azules.

Los técnicos calculan que serán necesarios entre cinco y seis minutos para vaciar las sentinas de los barcos y canalizar el agua residual hacia la red de alcantarillado. "Si toda la flota que amarra en Baleares implantase nuestro diseño supondría la eliminación de los vertidos de aguas sucias al mar. Es un primer paso importantísimo para nuestra empresa", señaló el presidente de Barcos Azules, Santiago Mayol, que ayer estuvo acompañado durante la presentación por el director general de Ports del Govern, Xavier Ramis. Barcos Azules transportó unos 140.000 pasajeros durante el pasado año.