Un total de 120 niños se han visto obligados a dejar sus aulas ante la rotura de unas bovedillas en dos salas. Los pequeños han sido desalojados y reubicados en otra zona del colegio CEIP Es Vinyet (Andratx) "por precaución". En concreto se cerrararon cuatro aulas afectadas, dos situadas en el piso superior y dos en su parte inferior.

Técnicos municipales se personaron en el centro a primera hora de la mañana para constatar las anomalías que presentaban las aulas y valorar el riesgo que suponía para los pequeños. La conclusión fue clara: existe una inestabilidad parcial de un fondo por rotura de unas bovedillas.

Ante la preocupación de los padres andritxols, el consistorio explica que se trata de un problema en el diseño o ejecución original y que, por tanto, es una situación puntual y no un caso generalizado.

"La medida se ha tomado por precaución. A día de hoy no hay riesgo real para los niños, pero antes de que la cosa vaya a más, y antes de que se aumente la alarma, hemos decidido tomar esta opción", remarcaba Anabel Curtó, regidora de Educación.

Curtó muestra su indignación por la respuesta que ha dado la conselleria de Educación respecto a este problema. En palabras de la regidora, sin venir a ver la problemática, la Conselleria ha considerado poco urgente venir a ver el centro. Y, pese a que el Institut balear d'infraestructures i serveis educatius (IBISEC) anuncia que asumirán el gasto, "no encuentran prioritario hacer la actuación con urgencia".

La regidora de Educación asegura que "la seguridad de nuestros niños debería estar por encima de todo".

Tras el traslado de los niños a las aulas provisionales, la actividad de la escuela ha concurrido con normalidad.