Sobre las 17 horas de ayer, operarios del departamento de Carreteras del Consell de Mallorca, restablecieron la normalidad en la carretera de sa Calobra (Escorca). Alrededor de las 13 horas se había producido un desprendimiento de material que había dejado grandes rocas sobre la calzada impidiendo el paso de vehículos.

El desprendimiento se produjo a la altura de la finca denominada como es Bosc, a unos cinco kilómetros del núcleo costero de Escorca.

Sa Calobra es un destino turístico donde se programan muchas excursiones a lo largo de todo el año. Desde hace un tiempo se ha regulado oficialmente el acceso de grandes vehículos, precisamente por la estrechez y dificultad de la carretera. Así los autocares descienden por la mañana y regresan por la tarde.

Cuando se produjo el suceso había dieciséis autocares en el Port de sa Calobra. Empezaba a ser la hora de regresar y el primero de ellos se encontró con el muro de piedras y tierra que impedía su paso.

Operarios municipales

Los primeros efectivos públicos que llegaron al lugar fueron operarios del Ayuntamiento de Escorca. Estos trabajadores, a los que se les agregaron excursionistas y pasajeros de varios autocares removieron parte del material. Entre todos lograron retirar lo suficiente como para que los vehículos pudieran ir abandonando el lugar. Evidentemente tuvieron que hacerlo con sumo cuidado habida cuenta del peligro que suponía la situación.

Al parecer las últimas y copiosas lluvias son las causantes de este desprendimiento. Han reblandecido el terreno de tal forma que ayer, el peso de la gran peña provocó que se viniera abajo.

Mientras los operarios del Ayuntamiento y los voluntarios intentaban desbloquear la carretera, el alcalde, Antoni Solivellas, advirtió del percance al Consell de Mallorca. Sobre las 14,30 de la tarde Carreteras desplazó una retroexcavadora hasta el lugar del suceso para retirar los enormes cascotes. Operarios del mismo departamento procedieron a colocar parches de asfalto en los lugares donde había quedado dañado por el impacto. Tras el aplanado del nuevo aglomerado se dio por concluido el trabajo y quedó abierta con normalidad la carretera.

Solivellas explica que "hay algo que no se sabe acerca de este vial y es que casi a diario se producen pequeños desprendimientos de tierra o piedras". El alcalde agrega que "muy de mañana, los primeros que bajan hasta el Port de sa Calobra son los empleados municipales que retiran esos cascotes y la mantienen limpia".