"La Serra de Tramuntana no tiene entorno de protección marítimo, apenas se incluyó nada cuando se la declaró parque natural", indica el especialista del GOB, Antoni Muñoz. Eso significa que la zona terrestre goza, al menos sobre el papel de una protección contra la masificación o usos inapropiados para la conservación, pero no así el fondo marino inmediato.

La importancia de que esa zona litoral contase con una protección es "primordial para ciertas aves marinas y otras especies animales", indica muñoz.

Quizá por esa falta de protección es por la que no existen datos sobre las probables praderas de Posidonia oceanica que se puedan dar a lo largo de la costa de la Serra. No se han cartografiado aún.

Situación

Con este panorama situado entre el desconocimiento y cierta pasividad administrativa se dan casos de verdadera saturación cuyos efectos no pueden ser evaluados pero que si preocupan a algunos responsables municipales. Uno de esos casos es el del Port de sa Calobra y la desembocadura del Torrent de Pareis. Durante los meses de julio y agosto padece una saturación de fondeos que el propio alcalde, Antoni Solivellas cifra entre 30 y 40 embarcaciones por día.

Solivellas manifiesta que ignora que puede contener el fondo de las dos pequeñas calas "porque no se han hecho estudios todavía. El año pasado trabajó en el lugar una bióloga, de la que supimos porque el lugar es pequeño, pero no sabemos los resultados ni para quién hacía los estudios".

Linea de boyas

El Ayuntamiento ha instalado una linea de boyas cerrando el acceso de embarcaciones a la playa de guijarros del Torrent de Pareis. Solivellas explica que "tiene una doble intención, por un lado evita que un nadador pudiera ser arrastrado por la corriente pues hacen de barrera y podría agarrarse a ellas. Por otro lado evita que las embarcaciones hagan proa en la playa y desembarquen sus residuos en el torrente".