La Asociación Balear de Autocaravanas es Siurell (ABACES) ha amenazado al ayuntamiento de Santa Margalida con la interposición de un recurso contencioso-administrativo ante el TSJB al entender que la ordenanza municipal de Policía y Buen Gobierno vulnera sus principios. El motivo es la prohibición de estacionamiento a vehículos de grandes dimensiones que el Consistorio impone en las primeras líneas de la costa desde el pasado año.

Por este motivo, los representantes de la citada asociación expresan su "indignación" con el alcalde Joan Monjo, a quien acusan de tener una "fijación" contra los autocaravanistas. "¿Qué le hemos hecho, señor alcalde?, visitamos a menudo otros municipios y en ninguno nos han demostrado la inquina del suyo", aseguran para añadir que su actividcad "no genera residuos y contribuye al sostenimiento de la oferta complementaria".

El colectivo ABACES reprocha al alcalde Monjo que "no ha sabido diferenciar donde está el límite de lo jurídicamente aceptable" y le acusa de "querer favorecer a sus votantes de primera línea de mar" y de "olvidar los requisitos que se deben cumplir cuando se pretende restringir los derechos del resto de la ciudadanía".

La citada asociación asegura no entender que el Ayuntamiento prohiba a los vehículos de más de 2,10 metros de altura estacionar en la primera línea de playa y a los vehículos de más de 5,20 metros de largo aparcar en toda la zona costera "cuando se disponen de calzadas con amplitud y longitud más que suficiente para dar cabida a este tipo de vehículos".

Por su parte, el alcalde Joan Monjo se limitó ayer a decir que el Ayuntamiento "aplica su propia ordenanza" que prohibe el estacionamiento en la zona de dominio público marítimo terrestre y en la zona de servidumbre de tránsito, que ocupa seis metros hacia el interior partiendo del deslinde público.

El regidor aseguró además que ha recibido numerosas quejas de vecinos que residen en la primera línea que "no pueden ver el mar por culpa de las autocaravanas" y acusó a algunos propietarios de este tipo de vehículos de actitudes poco cívicas con el vecindario. "Algunos hacen sus necesidades en el jardín de los chalets de la primera línea", aseguró.

En lo que respecta al núcleo de Son Serra, Monjo confirmó que las autocaravanas solo pueden aparcar en el área especialmente adaptada para ellos ubicada junto a las oficinas municipales de la localidad costera y que dispone de doce plazas. Sin embargo, los autocaravanistas no se muestran satisfechos de este servicio, que califican de "descampado al sol, con desniveles y orografía escarpada y sin ningún tipo de servicios".

En Can Picafort, las autocaravanas solo pueden aparcar en la parte alta de la carretera Alcúdia-Artà, "donde hay muchos espacios de estacionamiento", y nunca entre esta vía y el mar.