El Santuari de Consolació se transformó un año más en el Calvario para escenificar 'Es Davallament' de Sant Joan. Ya van 26 años de representación pero este Viernes Santo ha sido algo más especial ya que la Associació Amics del Davallament sufrió el pasado mes de septiembre el robo de buena parte del vestuario. Ello ha implicado que los colaboradores tuvieran que hacer grandes esfuerzos para poder tener listo de nuevo el vestuario para poder celebrar la representación. Otra de las novedades de esta escenificación es el cambio generacional que este año ha vivido 'Es Davallament', los jóvenes han tomado las riendas de esta iniciativa aportando grandes dosis de ilusión.

Un centenar de actores hacen posible la escenificación de la pasión y muerte de Jesús en Sant Joan. La escenografía repasa la entrada de Jesús a Jerusalem, la Última Cena, el rezo de Jesús en el huerto de los olivos con la aparición del ángel y la tradición de Judas. Las escenas más emotivas llegan con la condena a muerte de Jesús, las tres caídas y la crucifixión, el momento de mayor intensidad y dramatismo de la noche.

El juego de luces, la música y los textos que combinan pasajes bíblicos con la crítica social han convertido a 'Es Davallament' de Sant Joan en uno de los referentes de la comarca del Pla. La representación termina con Jesús reposando en brazos de su madre, una escena que hizo saltar alguna que otra lágrima entre el público congregado el viernes en el Santuari de Consolació.