Las patronales que engloban a los maestros de obra y los hoteleros de Sóller han presentado sendas alegaciones a la ordenanza municipal de ruidos, que el miércoles finalizó su periodo de exposición pública. Los hoteleros afean al pacto que no consensuase el texto definitivo de la norma con los sectores más implicados antes de someterla a aprobación inicial.

El pliego de alegaciones de los hoteleros pone de manifiesto que la futura ordenanza es "menos restrictiva" que la actual, que el sector hubiera preferido un texto legal similar al de Calvià "donde conviven armónicamente el sector turístico y de la construcción"; dicen que la que está a punto de entrar en vigor, "no cubre las carencias de la normativa actual en materia de control y rápida reacción por parte de la administración local a los incumplimientos".

La patronal hotelera reivindica que se clarifique cuándo y qué tipo de maquinaria se puede utilizar en cada momento para facilitar el trabajo de los maestros de obras y el control que ejercerá la administración. Reclama la creación de una mesa municipal de seguimiento de la normativa medioambiental que se aplica en el municipio, y propone que "ni para complicar la vida ni poner trabas al sector de la construcción" se aplique el "sentido común".

Por su parte, desde la patronal de los Maestros de Obra su presidente, Salvador Amengual, informó que sus servicios jurídicos también han presentado una alegación a la norma, aunque no ha podido concretar todavía los detalles de la misma.

Las alegaciones entrarán ahora en fase de estudio por parte de los técnicos y juristas municipales. El equipo de gobierno dejó la puerta abierta a modificar el texto definitivo a partir de las sugerencias de sendos colectivos.

Tres propuestas

El gobierno del pacto ha elaborado desde el febrero del año pasado tres propuestas distintas de la misma ordenanza. La última finalmente se llevó a aprobación inicial, y como dato más importante, prevé limitar los ruidos durante los cuatro meses de verano en horarios de mañana y tarde.