La secretaría general de El Pi admite que se ha abierto un expediente disciplinario al exalcalde de Lloseta Tolo Moyà y que se baraja la posibilidad de expulsarle del partido por "conducta impropia". El comité de disciplina, compuesto por cinco miembros, está analizando ahora varios hechos que se le atribuyen, como efectuar grabaciones de sus conversaciones con otros miembros del partido sin su consentimiento o solicitar la presencia de la Policía Local en un bar para que se le practicara la prueba de alcoholemia a un grupo de amigos.

El pasado jueves se celebró un pleno en el que se debían tratar los presupuestos municipales y en los que "los diferentes ediles de El Pi iban a contar con libertad de voto", según explica el concejal de Hacienda Francesc Abolafio (PSOE). "No obstante, a instancias de Moyá, se reunió al comité local de El Pi para que se impidiera al resto de ediles de dicho partido apoyar las cuentas", agrega.

La sorpresa surgió, ya al final de las intervenciones por parte de los grupos de la oposición, cuando el alcalde, Chema Muñoz (PSOE), solicitó un receso de cinco minutos para explicar a los portavoces, en privado, el punto que se discutía en aquel momento: la contratación de personal. El alcalde decidió seguidamente retirar el punto conflictivo y dar por concluida la sesión dejando sorprendidos a los demás concejales y al numeroso público.

El pleno había empezado con puntos de trámite como la aprobación de actas anteriores, un expediente de modificación de crédito o la modificación del plan económico financiero. Después el concejal de Hacienda, Francesc Abolafio, pasó a explicar el proyecto de presupuesto para 2017, haciendo hincapié en algunos puntos que quería resaltar. Según él eran unos presupuestos reales, ajustados a las entradas y salidas, con implicación en servicios sociales, y con suaves aumentos en los distintos capítulos y bajadas en otros.

Posteriormente intervinieron los grupos de la oposición: El Pi no quiso argumentar; el PP desplegó una batería de argumentos referidos a errores, equivocaciones, despropósitos e, incluso, ilegalidades; Més criticó que el equipo de gobierno se había comprometido a hacer unos presupuestos participativos y que no fue así; SI coincidió con la falta de presupuestos participativos.