Marçal Isern reconoce con humildad que es sólo el recopilador de las memorias de este exiliado en Francia, que estuvo detenido por luchar a favor de la República. Sin embargo, su mérito es sacar a la luz todas las vivencias que plasmó Pere Juan Borrás en un libro que, a buen seguro. Será devorado por los apasionados de la historia.
-¿Cómo define el libro que ha publicado?
-Un idealista en temps de guerra i dictadura. Memòries es su título. Es la recopilación de las memorias que Pere Juan Borras escribió a lo largo de su vida, a través de las que fue aportando importantes datos e información de la histórica local y social de la época. Además de las memorias escritas en primera persona por el protagonista, se aportan numerosos documentos, que permiten contrastar aquellos relatos, lo que añade más valor a las mismas.
-¿Cómo encontró este documento?
-En los inicios del año 2000 había empezado a investigar y a tener curiosidad por muchos de los temas relacionados con la Guerra Civil Española; todo lo hacía de forma aficionada y sin ningún afán de publicar nada. Así es como conocí la existencia de estas memorias, que ya habían sido utilizadas por otros historiadores, al tener un importante valor en cuanto que recogían diferentes aspectos de la época. Desde entonces empecé a recuperar información sobre las mismas y en el año 2003 escribí un artículo publicado en la revista local El Cercle.
-Sin embargo, no es hasta ahora que se publican
-En el año 2003, tras la publicación del artículo en prensa y animado por la intriga que me generaba aquello, empecé a trabajar más en el tema, recopilando nuevos datos, realizando entrevistas con conocidos, recopilando materiales para publicarlos. Sin embargo, ese proyecto no funcionó y dejé el tema aparcado durante diez años.
-¿Cuándo decidió retomarlo?
-A mediados de 2015. A través de diferentes conocidos llegué a ponerme en contacto con Mateu Morro, un conocido historiador que ya había publicado libros relativos a este período de la historia de España. Él me ayudó a llegar hasta la editorial Lleonard Muntaner; quienes se mostraron interesados en la publicación del libro, y desde entonces todo fueron facilidades. Y aquí estamos, con el libro calentito y listo para leer.
-¿Cuáles han sido sus aportaciones en la edición de este libro?
-Durante los años que tuve este proyecto aparcado, fui recopilando gran cantidad de documentación que me permitió ir contrastando los relatos: eran fotografías o escritos que él mismo personaje había realizado para el periódico El obrero español.
-¿Quería darle más valor?
-Lo hice porqué además de dar un orden a las memorias, conseguí documentar prácticamente todo su relato. Con lo cual, se añade un gran valor a las mismas; ya que los hechos se pueden contrastar. Quiero decir que no se trata sólo de sus pensamientos u opiniones, sino de relatos verídicos que se pueden comprobar con otras fuentes.
-¿Es interesante todo lo que cuenta?
-Sin duda Además, en el prólogo del libro he tenido la oportunidad de narras algunas de las anécdotas que he conocido gracias a la investigación realizada sobre este tema.
-¿Qué significado tiene este libro?
-En primer lugar, entiendo que es una forma de dar a conocer unas memorias que merecen ser conocidas; para saber quién era Pere Juan Borras, un hombre autodidacta, con ganas siempre de aprender y seguir formándose, quien supo recoger en sus propias memorias importantes acontecimientos históricos y transmitir una gran información tanto de la historia local como social de aquélla época.
-¿Qué pretende usted con este libro además de contar unas memorias?
-Este libro es un homenaje a aquellas personas que sabían que el futuro estaba en la educación, que el progreso pasaba por formar a la gente; un homenaje a los resistentes, a las mujeres que sobrevivieron a la represión; un homenaje a la democracia y al socialismo.
-¿Puede contarnos alguna de las anécdotas que usted narra?
-Pues destacaría el entierro del que fue el gran amigo de Pere Juan Borras: Pere Antoni Rotger Reynés, conocido como n'Andreuet, con quien había compartido la secretaría del sindicato de la piel; lo que en aquel 1943, supuso un auténtico acto de resistencia contra el régimen franquista. En los años de posguerra, la lucha contra el régimen se articulaba en actos totalmente aislados. Sin embargo, en el funeral de n'Andreuet, sus amigos, y entre ellos Pere Juan Borras, llevaron a hombros el ataúd del difunto hasta el cementerio, cuando lo normal era hacerlo en coche. A medida que la comitiva iba avanzando por las calles del pueblo se iban añadiendo más camaradas, que lo acompañaron hasta el final del trayecto.
