El ayuntamiento de Sóller inició ayer las obras de remodelación del crematorio municipal de Son Sang que tendrán como finalidad controlar las emisiones de humos del equipamiento municipal.

La mejora, que está presupuestada en 33.000 euros, tiene como finalidad la instalación de unos filtros en la chimenea de salida de humos y un sistema informático con sensores que analizarán los gases durante el proceso de cremación, según informó el concejal de Medio Ambiente de Sóller, Josep Lluís Puig.

Se da la circunstancia, que las obras que se ejecutan pretenden solventar unas deficiencias que el grupo municipal de El Pi denunció ante la Conselleria de Medio Ambiente. Este partido solicitó al Govern el cierre cautelar de la instalación hasta que no fueran resueltas las anomalías.

Así, durante una semana el crematorio paralizará su actividad para llevar a cabo los trabajos de mejora que se han proyectado.

Camión

Ayer, un camión llevó hasta el cementerio municipal las distintas piezas que a partir de hoy comenzarán a instalarse en el equipamiento. Durante los días de cierre, la chimenea será prolongada un metro con un dispositivo que cuenta con filtros para retener las partículas que van en suspensión en los gases de la combustión. A su vez, el horno será equipado con unos sensores que analizarán el humo mediante un sofisticado sistema informático, del que hasta ahora carecía la instalación, que entró en servicio a finales de 2012.

El equipo de gobierno municipal desmarcó las obras que se realizan de la denuncia interpuesta.