La basílica del Santuario de Lluc acogió uno de los actos más emotivos que a lo largo del año viven los blavets junto a sus familiares y la comunidad educativa y religiosa del santuario. En la noche de ayer, nueve nuevos blavets y blavetes, que a lo largo del pasado curso escolar 2015-2016 se han ido integrando al coro de la Escolanía, recibieron la sotana azul y el roquete que les identifica oficialmente como miembros de la agrupación coral.

En años anteriores, el acto coincidía con la Diada, pero en esta ocasión se ha optado por las fechas de finales de agosto.

El acto religioso de anoche fue presidido por el prior del Santuario, Ricard Janer, acompañado por otros miembros de la Comunidad. Dirigió una palabras a los presentes, animándoles a servir en el culto a la Virgen, recordándoles que su labor es esencial para el culto de la basílica así como para lo que representa Lluc para los mallorquines.

Durante el acto, que tuvo lugar en la basílica del Santuario, se procedió a la presentación de cada nuevo integrante. Los nueve fueron llamados uno a uno, para después escuchar una lectura bíblica del libro de Samuel.

Los blavets son de edades diversas y proceden de localidades diferentes, no solo de la isla, sino en esta ocasión incluso una de sus integrantes es originaria de Francia, lugar en el que reside su familia. Se comprometieron a formar parte de una de las escolanías más antiguas de Europa y que fue fundada en 1511 por parte del prior Vaquer.

Este año, además, se procedió por primera vez a la despedida de los blavets que han finalizado sus estudios de cuarto de ESO en el Santuario, algo que antes no era posible por lo que su estancia finalizaba en segundo de ESO.

Los nuevos blavets, que ya han residido en Lluc durante el pasado curso, mostraban su satisfacción por los conocimientos que van adquiriendo, tanto musicales como académicos, y por formar parte plena de la institución. Mientras, quienes se despedían, al igual que sus familiares, mostraban su tristeza por dejar la escolanía debido a los buenos recuerdos vividos y a los lazos de amistad que durante estos años han establecido.

El acto finalizó con la interpretación de diversas piezas musicales por parte de la Escolanía, sin faltar la Salve, que interpretan diariamente.