El ayuntamiento de Marratxí no quiere que la festividad del próximo domingo, primero de mayo, se le vaya de las manos como en años anteriores y ha activado un plan de acción policial contra el consumo de alcohol en la calle que, según las previsiones municipales, cientos de jóvenes procedentes de toda la comarca llevarán a cabo el domingo.

El protocolo municipal para luchar contra el botellón, elaborado a partir de un bando emitido por el alcalde Jeroni Salom, consistirá en una mayor presencia policial y en la clausura provisional de los aparcamientos que los jóvenes suelen utilizar para practicar el botellón. En total, está previsto que diez agentes de la Policía Local de Binissalem se encarguen de perseguir el consumo callejero de alcohol en el casco urbano de la localidad y también en los principales accesos al pueblo, donde se organizarán una serie de controles de alcoholemia.

El primer teniente de alcalde de Binissalem, Andreu Villalonga, aseguró ayer que el Ayuntamiento será contundente en el castigo del botellón y añadió que a los agentes policiales no les temblará el pulso a la hora de imponer las sanciones previstas en la ordenanza, que alcanzan los 750 euros en el caso del consumo de alcohol en la vía pública, sin descartar otras sanciones por el incumplimiento de otros artículos de la normativa municipal de convivencia ciudadana. "El objetivo del Ayuntamiento es el de poner fin a las malas prácticas que se vienen reproduciendo en las últimas ediciones de la festividad del primero de mayo", añadió el regidor binissalemer.

En este sentido, Villalonga explicó que en los últimos años, el primero de mayo en Binissalem se ha convertido en una fiesta a la que acuden numerosos jóvenes tanto de la localidad como de pueblos vecinos para practicar el botellón en una serie de aparcamientos públicos que serán cerrados el domingo para evitar las concentraciones de jóvenes.

El regidor añadió que el Ayuntamiento "no tiene ningún problema en que los jóvenes se lo pasen bien, pero siempre que se comporten como es debido". Espera que la Policía Local desempeñe una función "disuasoria".