El ayuntamiento de Muro quiere poner orden en la tradición del 'pancaritat' que anualmente se celebra en la ermita de Sant Vicenç Ferrer el lunes posterior al Domingo de Pascua, jornada en la que muchos municipios llevan a cabo sus romerías. La institución municipal adoptará este año una serie de medidas excepcionales con el objetivo de "reconducir y conservar" la fiesta tradicional. Las medidas se basarán en la ordenanza de Policía, Buen Gobierno y Convivencia Ciudadana.

Entre las actuaciones más destacadas figura la prohibición de que los coches circulen por la avenida de Sant Vicenç a partir de las diez de la mañana del día del 'pancaritat'. El objetivo es el de "facilitar la peregrinación" hasta la ermita de Sant Vicenç, donde tradicionalmente los murers acuden en familia y amigos para pasar un día de compañerismo al aire libre alrededor de una paella.

Desde hace años, al finalizar el día, la fiesta se traslada a los bares de la zona de ocio nocturno, donde se celebran fiestas en la calle que suelen traducirse en problemas de convivencia ciudadana y en la práctica del botellón por parte de los más jóvenes. El Ayuntamiento sostiene que "la masificación de gente que se congrega en Muro este día ha traído problemas de malas prácticas y poco civismo por las molestias que ocasionan a los vecinos de la zona".

Por este motivo, el Ayuntamiento pondrá en marcha un dispositivo especial para evitar las concentraciones de jóvenes que consumen bebidas alcohólicas fuera de la zona de ocio. Una de las medidas más importantes consistirá en la delimitación de esta zona de fiesta nocturna, que este año se concentrará entre las avenidas Santa Catalina Thomàs, Sant Vicenç y la calle Germanies, donde se instalarán baños públicos.

El Consistorio avisa de que todos los agentes policiales trabajarán ese día para "hacer especial inciso" en la lucha contra el botellón y que se impondrán las sanciones previstas por la ordenanza.