'Nos conocemos' es el título del primero de los talleres intergeneracionales que ayer unió a alumnos de segundo de Primaria del Ceip Ses Comes de Porto Cristo con usuarios de la Residencia de Llevant. Un calendario que durante el curso 2015-2016 llevará a cabo el área de terapia ocupacional con el objetivo mejorar el bienestar emocional de la gente mayor que vive allí, estableciendo y potenciando la relación con los niños, conectando a éstos con el envejecimiento, aumentando sus conocimientos vitales y enriqueciéndolos como personas.

Por otra parte, y como valor añadido, cabe mencionar que esta escuela tiene un porcentaje significativo de alumnos que provienen de otras culturas y que, por diversas circunstancias, no han tenido la oportunidad de vivir las tradicionales relaciones que se producen con abuelos y abuelas, y que podrán experimentar ahora.

Está previsto que durante el curso se lleve a cabo un taller mensual con diferentes actividades, hasta que la práctica totalidad de los alumnos de los diferentes cursos participen.

Esta primera aproximación entre mayores y niños a través del trabajo en equipo acabará con la elaboración de un collage con fotografías de los residentes. El segundo taller, con alumnos de cuarto de Primaria, avanzará en la fase de aproximación a través de preguntas que propondrán los más pequeños. En el tercer encuentro, los alumnos de sexto de Primaria compartirán juegos lúdicos propuestos por ellos mismos con los residentes.

La colaboración con el Ceip Ses Comes va más allá de este programa: "Por ejemplo, en Navidad los alumnos de Infantil ofrecerán un concierto de Villancicos para nuestros mayores y se realizará un taller de decoración navideña", explica Mercè Soteras, subdirectora general del Complex Sanitari Llevant. "Tenemos la voluntad, compartida por la dirección y profesorado de que este trabajo conjunto y enriquecedor se consolide como una actividad estable entre ambas instituciones durante todo el año".

"Con el programa que hemos iniciado y las otras actividades organizadas se quiere establecer un vínculo, fomentar el diálogo y la comprensión entre generaciones, lo que contribuye a mejorar la autoestima y el bienestar de los usuarios de la residencia y potenciar en los niños los valores de convivencia y respeto hacia los mayores", recuerda Soteras.