La basílica del Santuario de Lluc acogió un año más, coincidiendo con el inicio de las fiestas de la Diada , uno de los actos más emotivos que a lo largo del año viven los blavets junto a sus familiares. En la noche de ayer los blavets que a lo largo del pasado curso escolar se han ido integrando en el coro de la Escolanía, recibieron la sotana azul y el roquete que les identifica como miembros de la misma.

Este año son doce los que tienen el honor de formar parte de una de las escolanías más antiguas de Europa, fundada por el prior Vaquer. Desde aquel entonces han sido numerosos los mallorquines que a lo largo de la historia han formado parte de la institución, convirtiéndola en un símbolo identificativo tanto del santuario mariano como de la isla.

El acto religioso de anoche fue presidido por el prior del Santuario, Ricard Janer, quien dirigió una palabras a los presentes, animándoles a servir a la Virgen y recordándoles que su labor es esencial para el culto de la Basílica así como para lo que representa Lluc para los mallorquines.

Los blavets de edades diversas fueron nombrados uno a uno, a fin de mostrar su presencia y compromiso con la escolanía durante los años que éstos residan en el Santuario. Ello supone que quienes forman parte de la misma tienen la oportunidad de adquirir conocimientos académicos y musicales durante su estancia en Lluc.