Uno de los autobuses más populares de Londres, conocidos con el nombre de 'routemaster', con sus característicos dos pisos y totalmente pintado de rojo, está circulando por las carreteras y pueblos de Mallorca. Sin embargo, a diferencia de su cometido en la capital inglesa, en nuestra isla es totalmente distinto, ya que ha sido rehabilitado como restaurante.

Estos autobuses entraron en funcionamiento en el año 1956, teniendo una longitud comprendida entre los 9,5 metros y los 10,9 metros, con una altura de 4,38 metros y una capacidad para 65 personas sentadas y 30 de pie. Estos auténticos símbolos de la City londinense ofrecieron servicio desde el año 1956 hasta 2005.

Ahora, convertido en restaurante, una de estas maravillas circula por nuestras calles. La rehabilitación del vehículo costó unos 70.000 euros y se prolongó por espacio de un año.

El responsable y propietario de este restaurante móvil, Gregorio Fernández, tiene ocho años de experiencia en el mundo de la restauración, ya que a los 19 años abrió su primer negocio en su localidad natal, Tarancón.

En el autobús se ha destinado la parte baja como cocina. Uno de los laterales abiertos sirve para adquirir tanto comida como bebida sin necesidad de hacer uso del comedor del interior del vehículo, que está situado en el primer piso. Tiene capacidad para 32 comensales y está perfectamente climatizado, conservando los asientos originales así como las barras donde los pasajeros se sujetaban para evitar el vaivén del vehículo en movimiento.

En ruta por la isla

En el festival de comida callejera celebrado en Port Adriano (Calvià) el pasado mes, según comenta Gregorio Fernández, se dieron cuenta del potencial de nuestra isla para el desarrollo de este tipo de servicio. Las distancias cortas de Mallorca suponen una gran ventaja, ya que facilita el desplazamiento de una zona turística a otra, sin olvidar la posible presencia en las ferias y fiestas que se celebran en verano en toda la geografía isleña. Por estos motivos, los responsables del 'routemaster' decidieron quedarse en Mallorca para desarrollar este nuevo tipo de restauración.

El pasado viernes, el vehículo fue presentado a un selecto grupo de invitados en su aparcamiento de reposo, ubicado en las bodegas Suau de es Pont d'Inca.

La oferta gastronómica va desde platos de alta cocina con productos mallorquines a los menús típicos británicos, cubriendo un amplio abanico de posibilidades.

La intención de la propiedad de este restaurante móvil no es únicamente la de lanzar su oferta en las distintas localidades de nuestra isla, sino que quiere llegar mucho más lejos ofreciendo un servicio de catering para cualquier acto social, desde una boda a un cumpleaños, pasando por bautizos o comuniones.

La docena de invitados a esta presentación en su totalidad eran extranjeros, principalmente alemanes, ingleses e irlandeses, que están más acostumbrados a este tipo de servicio de restaurante en la calle.

Objetivo: cambiar los hábitos

Gregorio Fernández también comentó que la idea de este bus restaurante era la de cambiar muchos hábitos de nuestra sociedad. "Hasta la fecha era el cliente que se desplazaba hasta el restaurante", apunta, mientros que ellos pretenden todo lo contrario, "ser el restaurante el que va en busca de su clientela y ofrecerle una nueva visión de restauración".

Los invitados, antes de poder degustar los platos preparados al efecto en la primera planta del bus tuvieron ocasión de efectuar una visita guiada al interior de las Bodegas Suau, recibiendo una amplia información del proceso de elaboración del brandy mallorquín por excelencia, una marca fundada en el año 1851. Una vez finalizada la visita también tuvieron ocasión de probar una degustación de los gin de la casa Suau.